Aunque no se haya estado en Alemania, ni mucho menos conducido un coche por sus carreteras, sus Autobahn son conocidas en todo el mundo por una sencilla razón: sus tramos sin límite de velocidad. Aparte de estar exentas de cruces a nivel y peajes, en aproximadamente el 60% de las autopistas no hay un límite de velocidad establecido (aunque se recomienda no superar los 130 kilómetros por hora en días con condiciones climatológicas adversas, como puede ser lluvia, nieve o niebla).

Lleva siendo así desde los años 70, cuando la conducción sin límite de velocidad se empezó a ver como un símbolo de libertad personal. De hecho, el lema del ADAC (Allgemeiner Deutscher Automobil-Club, la asociación automovilística más grande de Europa y la asociación más grande de Alemania) fue: Freie Fahrt für freie Bürger (Manejo libre para ciudadanos libres).

Pesos pesados del sector automovilístico alemán, entre ellos BMW, Mercedes-Benz y Audi, apoyan que no exista límite de velocidad en buena parte sistema de autopistas alemán, ya que lo ven como parte de su identidad y valor económico. Se podría pensar que la tasa de accidentes sería superior en Alemania que en otros países europeos o del mundo, pero las estadísticas no mienten.

La tasa de accidentes en Alemania es similar a países con límites de velocidad en autopistas

Según los datos aportados por Alemania, en el año 2020 hubo alrededor de 264 mil accidentes con heridos, de los cuales 15 mil (menos del 6 %) ocurrieron en autopistas. Por cada mil millones de kilómetros recorridos, mueren ≈ 1,5 personas en autopistas, mientras que 4,7 lo hacen en carreteras federales o regionales.

Pero ¿Esto es mucho o poco? Pues si lo comparamos con otros países, la respuesta es «depende». En Austria, país vecino con el que comparte el idioma, hay 1,73 muertes por kilómetro frente a las 1,74 muertes de Alemania (según los datos históricos). Sin embargo, en Bélgica la cifra asciende a 2,07, y en Estados Unidos supera los 3,3. Por otro lado, en Francia ronda los 1,79, y en Reino Unido los 1,16.

De estas cifras, se podría concluir que la tasa de mortalidad en autopistas alemanas es similar a la de los países con límites de velocidad. Es mejor que en Estados Unidos, pero peor que en Reino Unido. Datos recientes de EuroRAP (Programa Europeo de Evaluación de Carreteras) apuntan a que hay de 31 a 34 fallecidos por millón de habitantes; la media en la Unión Europea es de 42 a 46 por millón.

Curiosamente, en España hay 35 por millón (el 10º país más seguro de la UE), una estadística similar a la de Alemania. No obstante, en las autopistas y autovías españolas hay un límite de 120 kilómetros por hora para turismos y motocicletas, 10 kilómetros por hora inferior a la recomendación de Alemania.

En Alemania, en los tramos de concentración de accidentes, sí que existen límites que obligan a mantener una velocidad de entre 80 y 130 kilómetros por hora, dependiendo de la zona y las condiciones climatológicas. Y a pesar de que los coches son cada vez más rápidos, el país bávaro no tiene intención de expandir el límite, ya que los datos apuntan a que los usuarios de coches eléctricos van más despacio.