Son 250, viven de la música y, mediante una carta titulada Stop Devaluing Music (algo así como Dejad de devaluar la música) pretenden alertar a la población –en principio a la estadounidense pero, dadas las identidades de los firmantes, parece que la cosa va más allá- sobre el riesgo cierto que para la industria musical puede llegar a suponer la IA. Todos los firmantes forman parte de la Artist Rights Alliance y, entre ellos, figuran artistas como Elvis Costello, Katy Perry, los Mumford&Sons, REM, Aerosmith, Luis Fonsi y hasta los españoles Manuel Carrasco y Luz Casal.

Inteligencia Artificial Unsplash
 

El ejemplo de Suno

La carta llega después de que la aplicación Suno –que ya tiene tres versiones- haya sorprendido a propios y extraños por la calidad de la música que genera en muy pocos segundos. Detrás de esa calidad inusitada, alertan los artistas firmantes, podría haber algo más que ingeniería: en la base de datos que maneja figurarían obras protegidas por derechos de autor. ¿Cómo lo salvan? Más bien lo camuflan y es, además, de la misma manera como se hacía en los antiguos simuladores deportivos que no querían pagar derechos a jugadores o clubes. ¿Te pedían tus compradores jugar con el Athletic de Bilbao y con Zubizarreta en la portería? Pues era sencillo: incluías en el juego en un equipo llamado Asociación Bilbao con un portero que se llamaba Zubizarreto y, listo. Ahora, lo que hacen es algo más elaborado: Suno no responde a prompts del tipo créame una canción como las de Metallica porque no figura nada en su base de datos con ese nombre, pero, probablemente, sí que haya temas ligeramente modificados etiquetados con un nombre parecido.

Carta modelo
 

Objetivo

La carta se dirige tanto a los desarrolladores de IA como las plataformas y servicios de música digital. Se admite que la IA, bien usada, potencia la creatividad, pero que si no se utiliza de manera responsable la música puede dejar de ser una manera de ganarse la vida.