Lo dice la la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude : el 46% de la miel que importa la UE no cumple la normativa comunitaria y está, en su mayor parte, adulterada con azúcares extraños y en absoluto procedentes del esfuerzo de las abejas y el trabajo de los apicultores.

miel
 

Cifras de escándalo

Los azúcares de procedencia “extraña” están presentes en casi seis de cada nueve litros de ese 46% de mieles que importamos y no superan el cotejo con los estándares europeos de calidad. Si la miel procede de China, el 74% de lo que llega no se ajusta a lo que la UE exige y si el país de procedencia es Turquía, el porcentaje de incumplimiento alcanza el 93%. Lo más grave es el caso del Reino Unido: el 100% de las mieles analizadas por la Oficina incumplía los estándares.

Más de 300 muestras

El estudio se ha realizado sobre un total de 320 muestras y los resultados han sorprendido a los promotores. Antes de completarlo, se esperaba que el porcentaje de mieles analizadas que incumpliría iba a ser de en torno al 14%.

De todo

La miel se adultera con múltiples productos: jarabes dulces de todo tipo y origen, aditivos y colorantes y, en general, cualquier cosa agradable al paladar e inocua que sea más barata que el néctar que producen las abejas. Hasta se altera la trazabilidad para enmascarar el origen geográfico de la miel. Eso, en concreto, es lo que pasa con la miel inglesa, que en lugar de británica, es de cualquier sitio, ya que se han localizado en las muestras analizadas presencias de mieles de orígenes de los cinco continentes. Mientras, los apicultores se manifiestan sin que nadie les haga demasiado caso