Cada verano, desde hace unos años, nuestras playas reciben a unas visitantes tan discretas como fascinantes: las tortugas marinas. En el Mediterráneo viven tres de las siete especies que existen en el mundo: la tortuga boba, la tortuga verde y la tortuga laúd. De estas, la boba es la más habitual en nuestras aguas y, de momento, la única que pone huevos.

Tradicionalmente, la costa catalana no había sido un territorio de cría para esta especie. Las zonas de nidificación más consolidadas del Mediterráneo se encuentran en el oriente: Turquía, Chipre o Grecia. Allí, las tortugas acuden año tras año desde hace décadas.

Pero el panorama está cambiando. Según Montse Pal, de la Fundación CRAM, la causa principal es el calentamiento global: "Las tortugas buscan temperaturas más frías. Para los reptiles, la temperatura es clave en la incubación: determina el sexo de las crías. Cuanto más alta es, más hembras nacen; cuanto más baja, más machos."

Con el aumento de la temperatura del mar y de la arena, muchas zonas tradicionales de cría están produciendo una proporción excesiva de hembras. Por eso, las tortugas se ven obligadas a explorar nuevas playas, más frías, para garantizar la continuidad de la especie. "Es una estrategia de adaptación: moverse para poder seguir reproduciéndose con éxito", concluye Pal.

Los datos confirman esta tendencia. El verano del 2024 se localizaron 12 nidos repartidos entre Catalunya, el País Valencià, las Baleares y Murcia. Esta temporada, ya se han detectado varios nidos en la costa catalana y los expertos prevén nuevas llegadas en las próximas semanas.

Lo que hasta hace poco era un hecho excepcional se está convirtiendo en una imagen habitual del verano. Un recordatorio de que el cambio climático ya está transformando los hábitos de la fauna... y que nuestras playas, además de ser espacios de ocio, también son escenarios vitales para especies amenazadas.

🌳 ¿Estás comprometido con la sostenibilidad de nuestro planeta? Nosotros también. Por eso te invitamos a nuestra comunidad GREEN, donde podrás calcular tu huella de carbono y reducirla plantando árboles.