Ecologistas en Acción ha presentado este martes el informe Banderas Negras 2025, que recoge algunas de las afectaciones ambientales más graves tanto del litoral catalán como español. Como se otorgan dos por provincia —una por contaminación y otra por mala gestión—, a Catalunya le han tocado seis. Este año, el foco ha estado en "la apropiación y ocupación del espacio o dominio público marítimo-terrestre", que es una práctica "muy extendida" entre particulares con dinero y empresas que consiguen esquivar la "insuficiente" ley de costas. Estas son las banderas negras de la costa catalana para el verano 2025:
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Torre de refrigeración de Ascó
La primera de las banderas negras en Catalunya la encontramos, justamente, lejos de la costa. Por contaminación en la demarcación de Tarragona, el premio es para la torre de refrigeración de las centrales nucleares de Ascó, que hace dos años que está fuera de funcionamiento y "se ha convertido en una bomba de plásticos hacia el río Ebro". Los ecologistas también han denunciado que su paro ha significado la puesta en marcha del antiguo sistema de refrigeración, "que no garantiza mantener el agua del Ebro a menos de 3 °C" —es decir, que hay riesgo de que se produzca un incremento de la temperatura del río—. "En el estado actual, esta infraestructura se ha podido convertir en una fuente de contaminación térmica y de microplásticos que podría afectar gravemente a los hábitats fluviales y litorales del delta del Ebro", concluyen, antes de pedir al Gobierno el "cierre inmediato" de las centrales nucleares y el derrumbe de la torre.

El (futuro) almacén de CO₂ en Tarragona
Por mala gestión, la organización ha recordado que la Comisión Europea ha concedido más de 205 millones de euros para desarrollar TarraCO₂, un almacén submarino de dióxido de carbono ante la costa tarraconense "que presenta graves riesgos ambientales y sociales". Por una parte, desde Ecologistas en Acción han señalado que el almacenaje geológico de CO₂ comporta un alto consumo energético, con una energía que "a menudo proviene de fuentes no renovables, lo que contradice los objetivos climáticos". De otra, han advertido del riesgo de fugas de dióxido de carbono que podrían acidificar el ecosistema marino y representar un peligro para la salud humana, además de la posibilidad de terremotos. "Se trata de una tecnología experimental, costosa y pensada para emisiones difíciles de reducir", sentencian. Así pues, piden una evaluación ambiental estratégica del proyecto e invertir el fondo en proyectos que no sean "tecnologías de dudoso rendimiento ambiental".

Las playas 'fecales' de Barcelona
Pasamos a la demarcación de Barcelona y, concretamente, a las playas de Barcelona, con una bandera negra por contaminación. Estas playas reciben las aguas fecales de la red unitaria del alcantarillado por culpa de un "sistema mal diseñado" y "que las administraciones prefieren ignorar". Las lluvias que han afectado al área metropolitana durante marzo, abril y mayo "han desbordado el sistema" y han tirado grandes cantidades de estiércol en las playas más turísticas, hasta el punto que el 9 de mayo se detectaron una gran cantidad de residuos —incluso ratas muertas—. Entre otras cosas, la organización insiste en pedir una red separativa de aguas pluviales y fecales.

Lo que queda del delta del Llobregat
Ecologistas en Acción han otorgado la bandera negra de la demarcación de Barcelona por mala gestión al delta del Llobregat, que sufre una "regresión acelerada" por las transformaciones de los últimos cincuenta años y la crisis climática. "Las administraciones públicas solo han sabido responder con grandes inversiones de dinero público en obras y acciones de ingeniería civil para tratar de frenar lo inevitable: el delta está en regresión y sin cambios estructurales que desmontarían el sistema económico, su progresiva desaparición es segura", han concluido. Una de las medidas que proponen es abandonar definitivamente el proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat.

Los barcos privados de Lloret de Mar
En la demarcación de Girona, la bandera negra por contaminación está por Lloret de Mar. En la Costa Brava, año tras año, destacan el mismo problema: el impacto de las embarcaciones privadas sobre el entorno natural. Si la bandera ha sido solo para Lloret es porque "sufre una elevada frecuentación de barcos privados", aunque los ecologistas reconocen que la podrían haber puesto en cualquier punto del litoral. En cualquier caso, celebran que enviaron una lista de medidas correctoras a la Dirección General de Marina Mercante, que "las ha recibido con buenos ojos". "Esta bandera negra tiene el objetivo de presionar para conseguir que estas propuestas se hagan realidad", dicen.

Proyectos urbanísticos en Llançà
Finalmente, la bandera negra por mala gestión en la demarcación de Girona es para Llançà (Alt Empordà) y el inicio del desarrollo urbanístico de dos sectores, ubicados cerca de la costa. De hecho, el problema es que son los últimos puntos del litoral sin urbanizar del municipio, motivo que ha empujado movimientos ecologistas como Laeden y Sos Costa Brava a protestar para conseguir detener el proceso. El año pasado, la bandera negra ya fue para el proyecto para construir viviendas en un terreno en la Farella, el último pinar en la costa de Llançà.
