El debate sobre la ampliación del Aeropuerto Barcelona-El Prat ya tiene sentencia. El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado que el aeropuerto ampliará 500 metros la pista mar, con una obra que estará terminada en 2033 y un presupuesto de 3.200 millones. Este alargamiento es, según Illa, "el mínimo necesario para garantizar los vuelos intercontinentales con fuselaje ancho y con la mínima incidencia posible en los espacios de interés natural". Entre las presiones del mundo económico, que exige desde hace años la ampliación, y las exigencias de los comuns, reticentes con el impacto ambiental, el president ha subrayado que el proyecto acordado tiene "máxima ambición", pero al mismo tiempo pondrá en marcha actuaciones ambientales para mejorar el delta del Llobregat, con una ampliación de 250 hectáreas de espacio renaturalizado y una anilla verde en torno al aeropuerto, para garantizar usos agrícolas y de protección medioambiental. "El proyecto es técnicamente el mejor y el más equilibrado de los posibles para alcanzar un hub intercontinental", ha asegurado Illa, que ha insistido en que se trata de una propuesta "realista".

 

Illa ha querido transmitir con máxima trascendencia la decisión final sobre la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Desde el Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, con todos los miembros del Govern ocupando las primeras filas en un auditorio integrado por los expertos de la comisión técnica que el Govern activó el pasado mes de septiembre y en el marco de la cual la Generalitat, el Ministerio de Transportes y AENA han acordado la ampliación.

Una vez cerrado el acuerdo, según ha detallado Illa, habrá que iniciar la redacción del nuevo Plan Director del Aeropuerto y el procedimiento de evaluación ambiental estratégica asociado. El siguiente paso es la redacción técnica, arquitectónica y de ingeniería del proyecto y la declaración de impacto medioambiental. La previsión es tener el plan director preparado en 2028, para empezar la ejecución del proyecto en 2030 y tenerlo todo terminado —"si todo va bien"— en 2033. La inversión prevista es de 3.200 millones de euros, que deberá asumir AENA, y que incluirá la remodelación de la Terminal-1; remodelación y mejoras en la T-2; alargamiento y mejoras asociadas a la pista del mar; salida rápida de la pista cruzada, y un nuevo edificio de la terminal satélite, que supondrá la construcción de un tren subterráneo para conectarla con la T-1.

El president ha subrayado que el proyecto aprobado es fruto de un acuerdo entre el Govern de la Generalitat y el Ministerio de Transportes, con el visto bueno de AENA. "Hoy es un buen día para Catalunya, desbloqueamos una de las decisiones más importantes para su prosperidad", ha remachado Illa, que ha insistido en la necesidad de ampliar la infraestructura para garantizar el liderazgo económico de Catalunya.

Recuperar la capacidad:

90 operaciones por hora

El objetivo de la ampliación es recuperar la capacidad operativa del aeropuerto, que prevé 90 operaciones por hora, cuando en la actualidad el aeropuerto solo permite alcanzar 80 operaciones, y hacerlo respetando las emisiones. Este proyecto, además, garantiza, según la comisión técnica, que no haya afectación en el Port de Barcelona.

El alargamiento de la pista del mar tiene que permitir, según el proyecto de los expertos, reducir la contaminación acústica y que "ninguna población tendrá un mayor impacto, con más ruido". Esto debería lograrse al permitir disponer de una pista más larga en la que los aviones despeguen antes, y hagan la maniobra de giro antes una vez en el aire.

Impacto ambiental

A diferencia de la propuesta inicial, el proyecto final no invade todo el espacio natural de la Ricarda, sino solo una parte que representa 80 metros menos de la propuesta inicial, que se tendrá que reconfigurar. También se reduce la afectación a la laguna del Remolar en 60 metros. Además, la Ricarda se mejorará, según los expertos, desde el punto de vista ecológico, pero no ornitológico, por razones de seguridad de los aviones.

Cada hectárea afectada de estas zonas húmedas se compensará con 10 hectáreas, que tendrían que permitir "optimizar" los hábitats acuáticos de la zona. El proyecto prevé un plan que aborde la gestión también del parque agrario del delta del Llobregat. Para defender esta ampliación ante la UE, el Govern pondrá como ejemplo de esta ampliación los aeropuertos de Róterdam y Amberes. La Comisión Europea deberá emitir un dictamen sobre el proyecto antes de la aprobación del Plan Director.