Barcelona es la segunda gran ciudad europea que registró más muertes atribuibles al cambio climático durante la última ola de calor. En la capital catalana se produjeron 340 defunciones entre el 23 de junio y el 2 de julio a causa de las altas temperaturas y unas 286 estuvieron relacionadas con el cambio climático —el aumento de temperatura vinculado al consumo de energía fósil—. Así lo señala un estudio publicado este miércoles por científicos del Imperial College de Londres y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la capital británica.

El estudio analiza los efectos que tuvo el calentamiento global durante la ola de calor en un total de 12 grandes ciudades europeas. Según los datos presentados, el cambio climático causado por la crema de combustibles fósiles y la deforestación provocó que el episodio de calor de finales de junio y principios de julio fuera entre 2 y 4 grados centígrados más cálido en comparación a una ola de calor sin el efecto humano. Así, hizo que las temperaturas en Barcelona se dispararan hasta los 29 grados de media durante la ola, tres grados más respecto a una situación climática normal.

Los datos varían entre los diferentes territorios, con metrópolis como Londres o París registrando una desviación media de las temperaturas de 3,95 y de 3,72 grados, respectivamente. También destacan otros como Madrid, con desviaciones de 3,68 grados, mientras que las menos acentuadas corresponden a Atenas (2,1 grados) y Roma (2,45 grados). De acuerdo con el estudio, en las 12 ciudades analizadas se registraron 2.300 defunciones a lo largo de los diez días que duró la ola de calor. De estas, los expertos apuntan que 1.500 se explican por el aumento de la temperatura atribuible al calentamiento global, lo que significa que el cambio climático ha sido el responsable del 65% de las muertes que se ha producido por exceso de calor en este periodo.

Barcelona, con 286 muertes atribuibles a las alteraciones del clima, es la segunda de las grandes ciudades de Europa que peor cifras presenta. Según el estudio, solo la supera Milán, que con una población ligeramente superior registró 317 defunciones. El resto de ciudades que siguen la lista son París (235 muertes atribuibles al cambio climático), Londres (171), Roma (117), Madrid (108), Atenas (96), Budapest (47), Zagreb (31), Frankfurt (21), Lisboa (21) y Sassari (6). 

Mayor mortalidad en Barcelona pese a que en Madrid hubo temperaturas más altas

Los investigadores han observado una comparación "interesante" entre Madrid y Barcelona: a pesar de que Madrid alcanzó una temperatura media más alta en los cinco días de muestra del estudio (30,16 grados) que Barcelona (29,04 grados), los fallecimientos en la capital catalana fueron notablemente superiores. "Esto es una muestra clara de que existen claras diferencias en las vulnerabilidades entre ambas ciudades (…). Hay pruebas de que la gente en Barcelona, por razones que no hemos tenido en cuenta en el estudio, es más vulnerable. Puede ser por la proporción de viviendas unipersonales más vulnerables, por ejemplo", ha aclarado uno de los científicos responsables del informe en una rueda de prensa en Bruselas, recogida por EFE.

Un problema infravalorado: más muertos que por la DANA

Para los autores del estudio, los resultados demuestran cómo "incrementos relativamente pequeños en las temperaturas más cálidas pueden desencadenar enormes repuntes de mortalidad cuando el calor afecta a personas con problemas de salud como cardiopatías, diabetes y enfermedades respiratorias". A su vez, denuncian que el calor es una amenaza "infravalorada", puesto que la mayoría de las muertes vinculadas a ella "se producen en hogares y hospitales, fuera de la vista del público, y en raras ocasiones se notifican". De hecho, el estudio subraya que el balance de víctimas mortales en algunas de estas ciudades fue más elevado que otros desastres naturales más recientes, como por ejemplo la DANA que afectó al País Valencià a finales de 2024 (con 224 muertes registradas) o las inundaciones del noroeste de Europa en 2021 (con 243 muertos).

Las personas de edad avanzada son las principales víctimas

Además, el estudio también indica que un 88% de las muertes vinculadas al cambio climático durante la ola de calor corresponden a personas mayores de 65 años. Sin embargo, los investigadores advierten que episodios como el de estos últimos días "pueden poner en peligro la vida de todos los grupos de edad". Según los cálculos de los científicos, los efectos del cambio climático sobre la ola de calor provocaron la muerte de 25 personas en la franja de edad entre 20 y 44 años. El número de víctimas se eleva a las 158 cuando se pasa a analizar el grupo de edad entre los 45 y los 64 años, y sube hasta las 212 entre la población de entre 65 y 74 años. Las cifras, pero, se disparan con los dos últimos grupos de edad, con 424 muertes atribuibles al calentamiento global dentro del grupo de entre 75 y 84 años y hasta 684 defunciones entre los mayores de 85 años.