Hace unos días todo el mundo hablaba de un estudio que reveló cuáles eran las playas con más microplásticos de Catalunya y alertaba de las consecuencias que tiene para los animales y para los humanos. Los microplásticos son pequeñas partículas inferiores a cinco milímetros de diámetro que se desprenden de los envases y que acaban en el alcantarillado, al mar y a los océanos. Al final, eso no sólo repercute en el medio ambiente, sino también en nosotros, que acabamos ingerido. Según un estudio Universidad Médica de Viena, cada persona consume casi 90.000 partículas de plástico cada año, con las consecuencias que eso puede tener para nuestra salud.

 

Los microplásticos se clasifican según la procedencia. Hay primarios, que provienen del uso directo de productos y aplicaciones industriales (como aditivos en cosmética, pintura o de la industria plástica), y hay secundarios, que se forman por la fragmentación de objetos plásticos más grandes que van a parar al mar y, por lo tanto, a los animales que consumimos. Vengan de donde vengan, acabamos ingiriendo las toxinas y acaban en nuestra barriga, un hecho que nos puede provocar grandes problemas de salud a largo plazo.

El consumo de plástico es bastante perjudicial: puede desarrollar desde cánceres, a enfermedades crónicas en el sistema digestivo, a cambios gastrointestinales o problemas respiratorios. Si bien es cierto que los gobiernos y las empresas han dado pequeños pasos hacia la producción de embalajes menos perjudiciales y hacia la eliminación de los plásticos, los esfuerzos son ínfimos en comparación con la gravedad del problema. Es por eso que grandes entidades ecologistas exigen medidas urgentes.

Las playas con más mircoplásticos

Con respecto a las playas con más miroplásticos de nuestro país, las de Barcelona son las que encabezan la lista. Según se desprende de un estudio de la Universidad de Barcelona (UB) y la ONG Surfrider Foundation Europe, hay una alta cantidad de microplásticos en las zonas de baño catalanas que, en algunos puntos y durante momentos concretos del año, superan las medias registradas en el Mediterráneo y en el resto del mundo. La investigación ha partido de las muestras recogidas durante siete meses, desde octubre del 2020 hasta el mes de junio del 2021, por voluntarios de catorce entidades de todo Catalunya, desde Llançà hasta la Ametlla de Mar. Estas cantidades de microplásticos tan elevadas indican, según los autores, que "tiene que haber procesos que tiendan a concentrar o retener los plásticos cerca de la costa". En el artículo se sugieren algunas explicaciones, como las variaciones en las condiciones meteorológicas y oceanográficas; una influencia mayor de las riadas en épocas de lluvia intensa; la proximidad de zonas urbanas muy pobladas y de gran afluencia turística estacional, o el efecto concentrador de zonas limitadas por espigones o puertos.