El Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB) ha pedido que la vacuna contra la rabia sea obligatoria para perros, gatos y hurones, una petición que hace por la llegada de animales de compañía procedentes de Ucrania, país donde la infección por el virus es endémica. Esta vacuna era obligatoria hace unos años en Catalunya y todavía lo es en otras autonomías. La rabia afecta a los mamíferos y se produce por contacto de heridas o mucosas con saliva infectada. "Es urgente crear un programa integral de vacunación, vigilancia y control que incluya una inmunidad de colectivo", afirma la presidenta del Comité de Veterinarios para la Protección de los Animales del COVB, Helena Arce, en declaraciones recogidas en un comunicado.

Arce subraya que la vacunación ha demostrado ser "la estrategia clave en el control de la rabia, no solamente en la población animal, sino también en los humanos." El presidente del Comité Asesor para la Clínica de Animales de Compañía del COVB, Manel Oms, apunta que "no vacunar nuestros animales representa una pérdida de la inmunidad de grupo y una respuesta inmunitaria insuficiente, que nos hace vulnerables a posibles brotes de la enfermedad." Para Oms, que la vacuna no sea obligatoria sitúa Catalunya "en una posición muy comprometida y de alto riesgo ante la posible aparición de un brote por la llegada de perros o gatos infectados".

La rabia, un virus mortal

El virus de la rabia es mortal. Generalmente, se transmite a través de la mordedura de un animal infectado y a partir de la aparición de los primeros síntomas, que pueden ser similares a los de la gripe, la enfermedad suele ir a más, hasta causar la muerte prácticamente en todos los casos, sean animales o personas. Todavía está presente en países de América, África y Asia, así como del Este de Europa, como Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

El problema de la rabia ha preocupado a las autoridades desde el momento en que buena parte de los refugiados ucranianos llegaban al Estado, y al resto de lugares de acogida, acompañados de sus mascotas. Por eso, a finales de mayo el Gobierno ya pedía a estas personas que huían del horror de la guerra que llegaran con los animales de compañía que lo notificaran a las autoridades nacionales. La incidencia de la rabia en Ucrania todavía es elevada, pero España se declaró libre de la enfermedad en 1978.