Los vecinos de Colera y Portbou están volviendo a la normalidad poco a poco después de 24 horas de angustia y preocupación, pendientes de las llamas que desde este viernes por la tarde ya han quemado cerca de 600 hectáreas de terreno forestal entre los dos municipios. Aunque la tramontana sigue soplando, ha disminuido su fuerza y ha permitido las primeras descargas de los medios aéreos, hecho que ha provocado que se haya podido perimetrar el incendio. La pasada noche, las fuertes rachas de viento llegaron a superar los 100 km/h, lo que hizo que el fuego avanzara a gran velocidad. "En una hora teníamos la montaña llena de fuego", ha explicado Laura Torrente, una vecina de Colera, quién detalla que se quedó sin luz y los Bombers les ofrecieron ir en el pabellón municipal, pero prefirió quedarse en casa con el resto de su familia. Por suerte, esta tarde ya se ha levantado el confinamiento.

🔴 Incendio en Portbou hoy, DIRECTO | Última hora del fuego forestal

El de Laura es uno de los muchos casos similares que se han vivido en las últimas 24 horas en el municipio de Colera, que desde el primer momento se tuvo que confinar junto con el camping Sant Miquel y la zona de la Rovellada. Anna Catalán y Manel Montero, un matrimonio mayor de la localidad, explican que se asustaron al ver el incendio. La mujer dice que salió a la calle para ver la situación, pero "no podías ni hacer una foto del viento que hacía". El fuerte viento, además de dificultar los trabajos de extinción de los Bombers, también llevó el humo y las chispas de los árboles quemados hacia Colera.

Una noche sin poder dormir por la angustia

Mientras los Bombers trabajaban durante toda la noche para poder controlar las llamas, los vecinos de Colera no podían dormir de la angustia que tenían. Aunque los avisaron de que el fuego no llegaría a las casas, Manel apunta que "el problema es que ves todo aquello quemando delante tuyo y tienes la impotencia de no poder hacer nada". Buena parte de los habitantes de Colera se han turnado para estar pendientes por si tenían que salir corriendo de casa. Entre los pocos que pudieron dormir, algunos se han despertado este sábado sin electricidad, sin agua y sin internet. A lo largo de la mañana, el problema se ha ido solucionando progresivamente y a primera hora de la tarde se ha podido restablecer el suministro completamente. Aunque el fuego sigue activo y los Bombers todavía trabajan para estabilizarlo, el humo y las llamas de este viernes han desaparecido y se está recuperando la sensación de normalidad entre los vecinos.