Este lunes arranca en Madrid, en la Audiencia Nacional, el juicio contra seis presuntos terroristas que el año 2019, y después de una larga investigación policial, explotaron los Mossos d'Esquadra en el corazón de Barcelona. Bautizada como Alejandría, la policía catalana identificó y detuvo a un grupo de personas que tras adiestrarse en el manejo de armas y explosivos, tenía "como prioridad" atentar en Barcelona contra objetivos rusos, entre los cuales mezclaron tanto a turistas como a yates de oligarcas atracados en el Port de Barcelona.

Bajo la dirección de Berkan Azizi, el alias que utilizaba Rabah H. -por así esconder que tenía relación familiar con líderes de grupos terroristas argelinos-, la célula terrorista instalada en Barcelona adoptó los postulados de ISIS y siguiendo esta línea de perpetrar atentados contra intereses rusos, empezaron a organizarse en la ciudad, en el barrio de la Ribera, junto al mercado de Santa Caterina. Rabah H. estuvo bajo el foco de los Mossos d'Esquadra desde que salió de la prisión y volvió al centro de Barcelona a robar a turistas. Los Mossos de Información habían detectado que en el centro penitenciario había tenido conductos de radicalización y no le quitaron el ojo de encima. La policía lo seguía y veía cómo se dedicaba a lo que había hecho siempre, robar, pero también iba teniendo conversaciones con personas cada vez con postulados más próximas al terrorismo islamista.

Entre 2017 y 2018 la policía tuvo conocimiento que Berkan Azizi y un segundo investigado, Brahim, el alias de Omar N., hicieron seguimientos a turistas rusos e incluso manifestaron su intención de matar turistas de esta nacionalidad que estaban de vacaciones en Barcelona. En una ocasión, y según se recoge al texto de acusación del Ministerio Fiscal, aseguró que si tuvieran un arma mataría al menos 60, cuando pasaron por delante de unas terrazas donde había turistas rusos. La Fiscalía cree que Brahim y los otros integrantes de la banda bajo las órdenes de Berkan Azizi compartían los intereses de atentar contra intereses rusos. Para Omar N., alias Brahim, la Fiscalía pide 12 años de prisión.

Yates rusos, objetivo de los terroristas de Barcelona

También para Lyes A., alias Soufian, los mismos años. Este último fue el encargado de contactar con otro de los acusados, Hichem H., para concretar los objetivos de interés rusos a la capital de Catalunya. Hichem H. trabajaba en el Port de Barcelona, en la empresa Mediterranian Yacht Painters -tenía información de los yates rusos que atracaban en el puerto-, y la Fiscalía pide 9 años de prisión por su colaboración con la banda terrorista. Las investigaciones policiales confirmaron que tenía acceso a la lista de yates, y que incluso hizo fotos y las envió a Lyes A., alias Soufian, marcando así los objetivos del grupo terrorista. Entre los objetivos acordados había atacar Radiant, construido por el empresario ruso Berezovsky; el Dilbar, de Alisher Usmánov, y el Hermitage, de Anatoly Sedikh, tres embarcaciones habituales en el Port de Barcelona donde han atracado en diferentes periodos desde 2016.

De las seis personas que serán juzgadas por terrorismo, la Fiscalía pide la pena más alta para Rabah H., 14 años de prisión por un delito de promoción y dirección de un grupo terrorista. La investigación de los Mossos y las diligencias judiciales que se han hecho posteriormente confirman que el grupo terrorista tenía capacidad para actuar en Barcelona.

La Fiscalía pide penas de 66 años de prisión

Entre todos los arrestados hay también un hombre, Hatab B., alias Miami, que fue el encargado de la logística informática para poner en contacto Berkan Azizi y la dirección de ISIS. En total la Fiscalía pide 66 años de prisión para los seis acusados por los varios delitos. De toda la información recogida por los investigadores de la Comisaría General de Información de los Mossos, que son los que desmantelaron este grupo terrorista instalado en nuestra casa, hay que destacar la intención clara de cometer acciones terroristas y la capacidad, aseguran, que tenían los detenidos para hacerlo.