Tres terroristas lograron entrar en el complejo de la embajada española en Kabul, compuesto por tres edificios, según ha explicado hoy Presidencia del Gobierno en una nota. Eran las 14 h (hora española) cuando el grupo terrorista explosionó un coche bomba junto a la embajada. La fuerte explosión mató a dos policías españoles, uno en el acto y otro a consecuencia de las heridas, además de a dos empleados afganos de la embajada y a cuatro policías locales. También causó graves daños a los edificios de la cancillería.

El resto del personal de la embajada pudo ponerse a salvo en dos búnkers de la legación. Fueron liberados ilesos después de una intervención de fuerzas especiales afganas y de unidades norteamericanas que duró varias horas, según el Ministerio del Interior.

Resistieron toda la noche

Hacia las 14 h de la tarde, un primer atacante se mató haciendo detonar un vehículo cargado de explosivos en el muro de entrada a la casa de huéspedes. Abrió así camino a los otros tres talibanes, equipados con armas ligeras y pesadas, incluyendo lanzagranadas, explicó a Efe el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Sediq Sediqqi. Los tres fueron abatidos tras oponer resistencia durante toda la noche.

La operación, lanzada el viernes por la tarde en un área de alta seguridad de Kabul que acoge diversas misiones diplomáticas extranjeras y edificios gubernamentales, finalizó sobre las 3.30 de la madrugada, hora española, cuando las fuerzas especiales dieron por "despejada" la zona.

Todas las hipótesis abiertas

El Gobierno español, por boca del su presidente, Mariano Rajoy, indicó el viernes que el objetivo de los terroristas era una vecina casa de huéspedes extranjeros. Este sábado, sin embargo, el Gobierno ha afirmado que "mantiene abierta la investigación para esclarecer todos los detalles del atentado y no se descarta ninguna hipótesis", según la citada nota de Presidencia.

El subinspector Jorge García Tudela, de 47 años, falleció en el acto. Residente en Granada, era subinspector desde el 2003. Se encontraba en un edificio contiguo al lugar donde los talibán detonaron el coche, frente a la embajada, según han informado fuentes policiales.

Desde que se consiguió repeler el ataque, las autoridades trataron sin éxito de localizar al subinspector. Llamaron en repetidas ocasiones a su teléfono móvil. El aparato daba señal, pero no contestaba nadie.

El agente Isidro Gabino San Martín Hernández, de 48 años, murió a consecuencia de las heridas recibidas. San Martín vivía en León y era miembro de las Unidades de Intervención Policial. Falleció cuando era trasladado al hospital.