El puerto de Tarragona, el segundo mayor e importante de Catalunya, tendrá a punto este mismo mes de enero la infraestructura para llevar agua hasta Barcelona. Sería una respuesta a la actual situación de sequía que vive el país, sobre todo con respecto a los embalses que dependen del sistema Ter-Llobregat, que ya están al 16,8% de sus reservas. La Generalitat de Catalunya prevé subir la actual situación de preemergencia a emergencia cuando los embalses bajen del 16%, hecho que, probablemente, sucederá la semana que viene. Por eso, la Generalitat ya prepara las infraestructuras necesarias para hacer frente a esta situación. Según ha adelantado Rac1, las pruebas de comprobación de la cañería para llevar agua a la capital de Catalunya acabarán antes de enero.

Los resultados de prueba, hasta ahora, han sido todos positivos. La empresa de aguas tarraconenses también ha empezado los trabajos por tener a punto su red, imprescindible para hacer llegar el agua del Ebro, menos afectada por la sequía, hasta la cañería del puerto. Una parte de los deberes es la comprobación de la presión y la estanquidad de la cañería soterrada en dominio público del puerto de Tarragona y, eso, ya está prácticamente acabado. Eso evitará hacer una nueva obra y es lo que estará hecha este mes de enero.

Por otra parte, otra parte del trabajo, que está menos avanzado, es el de trasvasar el agua del Ebro hasta la cañería del puerto de Tarragona a través de un ramal de la red municipal. La empresa municipal de aguas de Tarragona, Ematsa, explica que los trabajos para tenerla a punto están en marcha.

El Govern condiciona llevaragua en barcos

A pesar de la actual situación de sequía, el Govern avisaba el pasado viernes que solo llevaría agua en barcos de Tarragona en Barcelona si eso no perjudicaba el sur del país. De hecho, subrayaban que, a pesar de tenerlo preparado, esta alternativa no se activaría hasta que el contexto sea todavía más extremo. Eso sí, el ejecutivo descarta una interconexión de las cuencas internas con el Ebro, cuenca menos afectada por la sequía.

Con todo, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, aseguró al principio de diciembre que su ejecutivo mantiene "permanentes conversaciones" con el Ministerio por la Transición Ecológica para transportar, si conviene, agua en barcos

El Gobierno decretó a finales del pasado noviembre la entrada en fase de preemergencia a los 202 municipios que se abastecen del sistema Ter-Llobregat, y que afectan además de 6 millones de personas. En concreto, las unidades de explotación afectadas son embalse del Ter, embalse del Llobregat, y embalse del Ter-Llobregat, con municipios del Alt Penedès, Anoia, el Bages, el Bajo Empordà, el Baix Llobregat, el Barcelonès, el Berguedà, el Garraf, el Gironès, el Maresme, la Selva, el Solsonès, el Vallès Occidental, y el Vallès Oriental. Entonces, los embalses de las cuencas internas tenían unas reservas del 19%.

Restricciones por la sequía

El nuevo cambio de fase implicó una serie de nuevas medidas, mientras que se mantuvieron las que había en la fase de excepcionalidad:

  • Reducción de la dotación máxima de agua para habitante y día, que pasará de los 230 a los 210 litros por habitante y día, incluidas las actividades económicas y comerciales.
  • Prohibición del riego de césped, excepto en superficies destinadas a la práctica federada del deporte, donde el riego se puede mantener con la mitad de la dotación establecido hasta ahora hasta un máximo de 200 m³/ha/mes, hasta ahora era de 450 m³ por hectárea en el mes.