Vampiros. Cuando piensas en estos monstruos de leyenda, seguramente los asocias a la mítica Transilvania de las películas de Hollywood. ¿Ahora bien, sabías que, más allá de la famosa vampira de Barcelona, en Catalunya también han existido (o existen) otro tipo de vampiros? ¿Y sabías que tenemos una región que, entre los investigadores del mundo oculto, se la conoce como la Transilvania catalana? ¿Quieres descubrir la amenaza de los perros vampiro de Pratdip? Tienes dos formas de adentrarte en este enigma: puedes escuchar el episodio correspondiente de Bona i misteriosa nit (el pódcast de misterios de ElNacional.cat) o bien leer la crónica que te he preparado a continuación. Si llegas al final de todo, descubrirás una posible verdad científica de estas criaturas tanto extrañas como feroces.

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Bienvenido a la Transilvania catalana

En la zona sur de Catalunya existe un territorio con tradición vampírica: las regiones de Pratdip, situado en el Baix Camp, en tierras de Reus y Tarragona. Es una localidad y un territorio donde antiguamente había unos perros vampiro chupasangre, nombrados Dips, que se encontraban habitualmente en la Sierra de Llaberia que va de Pratdip a Reus. ¿Sorprendido con la fecha? ¡Normal! Pero tienes que tener en cuenta que hay constancia de ataques por parte de estos perros vampiro. Por ejemplo, asediaban a la gente de campo que traspasa esta sierra. Y es que antiguamente era el camino de comunicación rural para ir a Reus, y los campesinos la utilizaban especialmente para ir al mercado semanal de la capital.

¿Por qué estos misteriosos perros vampiro existían solo en Pratdip? ¿Cuál era el hecho diferencial de la zona con respecto al resto de poblaciones próximas? Entrevisté personalmente a Joan Perucho en Catalunya Radio, autor de Historias naturales (1960), y él se planteaba si las leyendas de perros vampiro que él escuchaba cuando iba viajando con aquellos viejos trenes de vagones de madera hacia las localidades de Mora d'Ebre y Gandesa, donde él ejercía de juez, tenían una base real o no. Me explicaba que estas historias que recordaban a los viejos de la zona sobre la existencia de los perros vampiro, los Dips, tenían un fondo de realidad conservada a la vieja memoria del recuerdo del tiempo enquistada al subconsciente de la región.

Antes de seguir separando la realidad de la tradición, intentemos entender una pizca mejor estos extraños y terribles perros vampíricos. ¿Qué tipo de perros eran estos Dips, protagonistas de antiguas leyendas milenarias de la sierra de Pratdip? ¡Según el folclore, los Dips eran (o son, quien sabe!) una mezcla entre el perro y el vampiro, que por deformación congénita tenían 3 patas. El término original Dip viene de la palabra árabe Díb que significa "ser feroz o chacal ávido de sangre", por lo tanto, la misma etimología de la palabra que da nombre al pueblo de Pratdip, significa literalmente "El prado del vampiro". Por todo eso, esta zona de Catalunya viene a ser el equivalente nacional de la Transilvania catalana, es decir, nuestra tierra de vampiros.

Los más viejos de estos lugares de Pratdip testimonian que los Dips eran unos perros salvajes muy feroces. Existían en la zona desde hace mucho tiempo, pero sus apariciones más famosas ocurrieron entre el siglo XIX y principios del siglo XX. Los Dips tenían una mala conformación genética hereditaria: les faltaba una pata delantera o la tenían atrofiada (normalmente era la pata derecha). Tenían un comportamiento especialmente sanguinario, ya que se sentían especialmente atraídos por el elemento vital de la vida, que es la sangre. Una sangre que ellos, los Dips, succionaban, chupaban y lamían, sembrando el terror en la zona de Pratdip.

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Investigación in situ: ¿cómo se comportaban los Dips?

Hace ya unos cuantos años, a finales del siglo pasado, decidí hacer una investigación in situ en Pratdip. Junto con mi equipo, encontré el testimonio de un hombre de edad avanzada, el señor Josep M. Parreu, que, a la segunda mitad del siglo XX, vio de primera mano a estos seres vampíricos. Cuando recordaba los incidentes, este viejo hombre no pudo más y lloró delante de las cámaras. Durante nuestras indagaciones, otras personas nos dieron información sobre la existencia real de los perros vampiro Dips en la zona de Pratdip. Otro vecino de la población, Francesc Escoda, reveló ser un conocedor de los hechos y de la tradición vampírica a la zona y él nos explicó cómo se comportaban estos perros que estaban por toda la sierra de Llaberia.

Los Dips solían atacar al caer la noche. Por la noche, cuando en las masías la gente se retiraba a su hogar, a fuera, los campesinos que volvían a la casa sentían los resoplidos amenazadores de los Dips. Estos siempre cogían a algunos arrieros de paso por la sierra o bien atacaban al ganado. Cuando al día siguiente el campesino iba a ver su ganado, encontraba algunos animales en el suelo, sin vida y sin sangre. La oveja o el asno tumbados en el suelo con los ojos abiertos y en su cuello estaba la marca de los colmillos del perro vampiro (la firma del Dip). La bestia se había pasado la noche chupando laboriosamente toda la sangre.

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Una ojeada histórica a la leyenda de los perros vampiro

Existen representaciones gráficas de los Dips a lo largo de la historia de la zona. Este perro maligno ya aparece, por ejemplo, en el retablo de Santa Marina hecho el año 1602. Hay otro retablo de 1730 donde también se puede ver un Dip. representados con un fondo dorado. En la antigua ermita de Santa Marina, situada a 3,700 kilómetros del pueblo de Pratdip, antes de ser destrozada durante la guerra, pero todavía hay testimonios fotográficos de la presencia de cuatro perros Dips aguantando el altar de la ermita. Lo más significativo de su presencia aquí es el lugar y la situación de cómo estaban situados estos Dips dentro de la iglesia. Estaban aguantando con sus tres patas el altar sagrado o ara de sacrificios de la ermita de Santa Marina. Eso tiene un claro símbolo esotérico religioso que simboliza que el poder del Bien representado por el altar de Dios en la Iglesia, gana y domina al poder del Mal, representado por los malignos perros vampiro que son los Dips autóctonos de la tierra.

La presencia del Dip es primordial en la zona y está muy arraigada a Pratdip. Tanto es así, que el Dip incluso forma parte del escudo oficial de la población, donde aparece representada la figura de un perro vampiro con la pata atrofiada levantada, la cola en el aire, la boca abierta y la lengua colgando, mostrando una expresión feroz. También por las calles y plazas del pueblo hay colocados estratégicamente una media docena de Dips de gran tamaño, formando parte del paisaje urbano de Pratdip.

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Las apariciones más recientes de los Dips

Dicen que estos temibles animales vampiros que son los Dips ahora ya no existen; pero eso no es exactamente cierto, hacia finales del siglo pasado una pareja vio un Dip cuando paró en la carretera a la altura de Cambrils. El perro feroz los atacó inmediatamente. Incluso intervino una patrulla de los Mossos d'Esquadra de carretera. También, por la misma época, un taxista de mediana edad, conductor acostumbrado a llevar todo tipo de personal en su vehículo, nos explicó una historia terrible. Volviendo a solas, y de noche, por la autopista en dirección a Tarragona, tuvo que parar porque vio la enorme cabeza de un animal que intentaba saltar la barra protectora de la autopista. El animal parecía un enorme perro de morro alargado y tenía un rictus feroz y golpeaba con furia las vallas de protección de la autopista. Al cabo de un rato el Dip, cansado de intentarlo, se adentró de nuevo hacia el campo rodeado por la oscuridad de la noche. Su último acto fue lanzar un ronco bramido que ningún perro domesticado habría sido capaz de proferir. Ya por último, en 1989 vi un último ejemplar de Dip que se encontró en el viejo barrio medio abandonado de Remolins, en la ciudad de Tortosa. Lo filmé para la serie "Catalunya Misteriosa", que entonces presentaba y conducía en TVE.

La posible explicación científica de los perros vampiro

Para acabar tenemos que decir que con el transcurso del tiempo y el avance de la ciencia, la existencia de los perros vampiro Dips en Pratdip puede tener una explicación más terrenal. La comparto por si crees que te puede ayudar a dormir mejor esta noche. Los Dips en realidad podrían haber sido perros infectados por la Rabia, la cual se transmite mediante el mordisco del animal. Hipotéticamente hablando, un solo perro podría haberse infectado de la enfermedad y, con el tiempo, esta se iría extendiendo entre la jauría salvaje que vivía por la zona de la sierra de Pàndols.

La Rabia es una enfermedad zoonótica viral de tipo infecciosa que ataca el sistema nervioso central de los mamíferos, tanto de animales como de personas, y eso explicaría que afectara a una parte del cuerpo, en esta caso alguna de sus patas, inutilizándola. Con el mordisco del Dip se transmite la Rabia furiosa a través de la saliva que inocula el virus. Las características de la Rabia y el vampirismo se parecen: la enfermedad produce la retracción facial de los hombros de la boca y, consecuentemente, se produce la extracción de los dientes y las muelas, segregando saliva brumosa infectada. Como tanto el animal como un vampiro necesitan beber lo mismo, es decir, sangre (en el caso del animal rabioso para poder tragar la espuma de la salivación) y como el método de extracción es lo mismo (chupando la sangre de sus víctimas), a partir de una jauría infestada de rabia se podría haber creado toda una leyenda sobrenatural. Si eso fuera verdad, significaría que, de una forma científica y más terrenal... ¡los perros vampiro Dips habrían existido!