Técnicos del Equipo de Atención a la Víctima (EATAV) han tomado declaración a una de las supuestas víctimas de José Antonio Ortiz, el militante de Vox en Lleida detenido por abusos sexuales a discapacidades. Los Mossos han trasladado al detenido a la oficina del EATAV para asistir a la comparecencia desde detrás de un cristal.

La comparecencia es una prueba y su declaración se hace siguiendo el protocolo de la cámara de Gesell, de forma que no hay contacto visual entre víctima e investigado y las preguntas las hace un profesional asistencial especializado. Las partes y la magistrada siguen al testigo a través de un cristal que facilita la intimidad y la seguridad de la víctima, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Fuentes policiales han apuntado inicialmente que también se haría una rueda de reconocimiento del detenido.

Como la persona afectada es especialmente vulnerable, la fiscalía puede perseguir de oficio cualquier información que permita su identificación directa o indirecta. En este momento procesal se trata de una única víctima.

Ortiz, por su parte, no pasará a disposición judicial hasta este viernes. Los Mossos quieren agotar el plazo máximo legal de 72 horas bajo custodia para seguir investigando los hechos. A estas alturas están analizando el ordenador y el móvil del detenido martes por si encuentran pruebas que lo incriminen, como imágenes de contenido sexual.

Ortiz fue detenido el martes después de recibir una denuncia de dos discapacidades de unos 30 años que están tutelados por la Fundación Alondra de Lleida y que trabajan para Aspros. Fue la fundación Alondra la que detectó mensajes de Whatsapp fuera de lugar entre los dos denunciantes y Ortiz.

Los investigadores sospechan, sin embargo, que podría haber más afectados, incluso discapacidades menores de edad. El investigado se ganaba la confianza de sus víctimas para después poder contactar con ellas, pero no es trabajador de ningún centro que atienda personas con discapacidad.