Maneras meticulosas y un comportamiento impecable. Pero a medida que hay más confianza, aumentan también las faltas de respeto, se consolida como un experto en hacerte sentir culpable, él siempre primero, sus cosas son más importantes que las tuyas, finge que no te entiende, cambia de tema para desviar la atención y no asumir la responsabilidad que tiene. Podríamos estar hablando de un manipulador, un maltratador o una relación tóxica, pero esta es la definición por excelencia de una persona narcisista.

¿Y qué pasa si tu pareja es narcisista? "Conlleva una relación de pareja desigual; para la persona narcisista, ella y sus necesidades importan más que las de su pareja", destaca la psicóloga, profesora de la UOC y directora de Cultura Emocional Pública, Mireia Cabero Jounou. En conversación con ElNacional.cat, expone que "su dificultad de conexión empática con las otras personas le dificulta hacer vínculos afectivos valiosos y de cuidados". De esta manera, insiste en que "la pareja queda relegada a una segunda posición, porque la persona narcisista se coloca en el centro de la relación, al centro de las exigencias de ser cuidada, admirada y priorizada".

Cómo se reconoce a un narcisista

Las relaciones tienen altibajos y de la misma manera que es importante escuchar las necesidades de la pareja, también lo es que tu pareja escuche las tuyas. Pero eso no va solo escuchar necesidades. Reconocer a un narcisista no es fácil, pero hay algunos rasgos distintivos que pueden ayudar. Cabero Jounou destaca, en primer lugar, la autopercepción. Es decir, una excesiva prepotencia, sentimiento de superioridad y esperar que otras personas reconozcan esta superioridad. En segundo lugar, menciona el egocentrismo. Exagera sus consecuciones y talentos y está mucho en el foco en sí misma, en éxitos y belleza.

También hay una necesidad de admiración y necesidad del otro. La persona narcisista, expone, tiene una excesiva necesidad de ser el centro de las conversaciones y de admiración y una excesiva necesidad de ser atendido y cuidado por otras personas. Finalmente, las relaciones son difíciles. La persona narcisista ve a las otras personas como un medio para conseguir lo que quiere, además la empatía es baja y no hay reconocimiento de la otra ni de su valía como persona. De hecho, a menudo siente envidia de los éxitos de las otras personas.

Una pareja de espaldas / Unsplash

Con estas características es fácil ver –desde fuera– cómo podría ser una relación con una persona narcisista. Desde dentro, un embrollo de sentimientos con la dificultad añadida en poner orden. Sin embargo, ¿cómo es una relación con un narcisista realmente? "Puede derivar en una relación tóxica, infeliz, dependiente, desequilibrada, donde la pareja de la persona narcisista no encontrará fácilmente su espacio auténtico en la relación y donde la persona narcisista no encontrará lo que necesita y exige". En su pareja, un narcisista busca aplausos y un espejo donde encontrar reconocimiento, autoestima, seguridad y admiración.

Evidentemente, la convivencia también es algo complejo. "Es difícil porque acabas luchando por tener cierta presencia o protagonismo saludable dentro de la relación. En este contexto, construir una relación feliz, equilibrada y donde todo el mundo importa es difícil", puntualiza Cabero Jounou.

Para dejar una relación con un narcisista no hay trucos. Las rupturas no acostumbran a ser (nunca) fáciles. En este sentido, la directora de Cultura Emocional Pública destaca que el protocolo es el mismo: "con valor y coraje, con convicción, propósito y sentido". El objetivo tiene que ser verse fuera de ella. "Apreciando la libertad de poder abrirse a nuevas relaciones más felices y más equilibradas".

El narcisismo es un trastorno mental

Un narcisista puede provocar graves consecuencias a su pareja. Aunque no deja de ser un trastorno mental. "Los trastornos mentales son trabajables por medio de atención psicológica o farmacológica –según el caso y la sintomatología– específica que permite en cada caso concreto mejorar la sintomatología, cambiar paradigmas de la vida y de relacionarse y, consiguientemente, hacer cambios en profundidad que permita a la persona poder vivir más liberada del trastorno y pudiéndolo gestionar".

 

 

Imagen principal: una pareja / Unsplash