Unos 300 taxistas han hecho una protesta este viernes por la noche en el barrio de la Barceloneta de Barcelona, según ha informado a la agencia Europa Press este sábado. El objetivo de la protesta ha sido pedir más seguridad en el sector y también para solidarizarse con un compañero que presuntamente fue agredido en agosto, según fuentes de la plataforma Élite Taxi.

La presunta agresión por parte de un portero de una discoteca del área del frente marítimo se produjo después de que el vehículo sufriera una avería delante del local. El portero le recriminó al conductor del vehículo que se detuviera delante de la puerta del local.

Al intervenir a la concentración, el portavoz de Anget Taxi, Mnuir Hajoui, ha apuntado que el sector sufre un problema con respecto a la seguridad, ya que "los están atracando, robando móviles y los están robando maletas a los clientes". Hajoui ha reiterado la necesidad de disponer de cámaras de seguridad a los taxis: "Nos ayudaría mucho ante un juicio para identificar los problemas. Lo hemos pedido por activa y por pasiva". "Somos un punto muy importante y tiene que estar cubierto en aspectos de seguridad", ha añadido. El vicepresidente de Élite Taxi, Syed Junai, ha afirmado por su parte que son "taxistas dignos" y que no tolerarán ninguna agresión hacia el colectivo.

Las otras protestas de los taxistas

Al principio de septiembre los taxistas se movilizaron por|para otra motivo: la multa que les han condenado a pagar. El pasado 1 de agosto, el Tribunal Catalán de Defensa de la Competencia de la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) sancionó la asociación Élite Taxi con 122.910 euros para hacer "boicot" a Uber y otras plataformas de movilidad. El ACCO explicó en un comunicado que a finales del 2020 la agrupación hizo "una campaña de presión" porque los taxistas del Àrea Metropolitana de Barcelona no se adhirieran en Uber y difundió "una imagen negativa y de descrédito" de la empresa. En esta línea, acusaron a Élite Taxi de presionar a los taxistas con mensajes a través de "redes sociales, su web o llamadas directas" donde los advertían de "las consecuencias negativas de trabajar con la empresa y disuadiéndolos de su colaboración con Uber".

El 5 de septiembre 300 taxistas hicieron una marcha lenta desde las Torres Venecianas de la avenida Maria Cristina que acabó en el Parlamento de Catalunya, en un recorrido que pasó por la Gran Vía, y siguió por la calle Balmes, la calle Pelai, la plaza Catalunya, la calle de la Fontanella, la plaza Urquinaona, la Via Laietana —donde se encuentra la sede del ACCO—, la calle Trafalgar, el paseo Lluís Companys, el paseo Picasso y la avenida Marquès de Tesorera. El sindicato anunció una querella contra el presidente del ACCO por soborno, prevaricación y tráfico de influencias.