El Tribunal Supremo ha dictado sentencia y ha confirmado la pena de 1 año y medio de prisión y 9 de inhabilitación para el catedrático de Física de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Àlvar Sánchez, condenado en septiembre de 2022 por acoso sexual a una doctoranda a quien le dirigía la tesis, durante 2 años. Según destapa este martes elDiario.es, el Supremo ha desestimado el recurso de casación que presentó el condenado y ratifica la decisión de la Audiencia de Barcelona, que confirmó una sentencia anterior de un juzgado de lo penal. La sentencia también apunta que Sánchez no se podrá acercar a la víctima ni tener ningún contacto con ella durante 3 años. El Alto Tribunal considera "claro" que la doctoranda estaba en una situación de "dependencia jerárquica" en relación con su tutor de tesis. Una situación que favorecía al catedrático a "frustrar las expectativas de la víctima de poder concluir y presentar" su proyecto para conseguir el doctorado y acceder a una plaza de profesora titular.

Acoso sexual durante 2 años

En marzo del 2023, el mismo digital reveló que el catedrático seguía trabajando como docente en la UAB, y, por lo tanto, mantenía el contacto con alumnas, aunque, había sido condenado tanto en primera como en segunda instancia. La Audiencia de Barcelona describía con detalles el acoso sexual de Sánchez sobre la doctoranda durante dos años —de 2016 a 2018—, y los efectos psicológicos que tuvo este acoso sobre el estudiante, que finalmente denunció el caso, primero a la Unidad de Igualdad de la UAB y después ante la Justicia. Según la audiencia, el catedrático realizó tocamientos a la estudiante en varios momentos, además, ejerció chantaje emocional, ya que, la amenazaba con tener que abandonar el doctorado si explicaba la realidad. La sentencia también recogía que este acoso se había producido en viajes a congresos académicos a los cuales asistían juntos. En aquel momento, la joven tenía 22 años y el profesor 51.

El caso provocó protestas estudiantiles en la UAB, tanto por el acoso por parte del catedrático como por la gestión que la universidad había hecho del caso. Inicialmente, la UAB afirmó que no tenía constancia de la sentencia hasta la publicación a los medios. Después explicó a la comunidad universitaria que Sánchez no podía ser ni destituido ni suspendido cautelarmente hasta que el Supremo ratificara la sentencia. Sin embargo, la UAB tardó solo 24 horas a cambiar el discurso y acabó suspendiendo cautelarmente al docente hasta que acabara el proceso penal. Después de destapar el caso, la responsable de Igualdad de la Facultad de Ciencias, la doctora en física Gemma Garcia, acabó presentando su dimisión por la gestión que se había hecho desde la universidad. En la misiva que envió para anunciar que renunciaba al cargo apuntó que "no puedo, sino demostrar mi incomprensión y mi rabia por no haber sido capaz de ser tan convincente como un artículo en el diario de la necesidad de erradicar a este profesor de nuestra facultad" I concluyó que "este equipo ha demostrado que le falta valor para tomar decisiones importantes cuando toca, ya que solo actúa a remolque de presiones externas." Fuentes de la universidad han asegurado al citado digital que ahora, después de la decisión del Supremo, se levantará la suspensión temporal y se pasará a inhabilitar al catedrático, que tendrá que pagar las costas de haber llevado el caso ante el Supremo.