Con retraso, este jueves han empezado los primeros trabajos por encontrar la tumba de Josep Sunyol. Y es que el cuerpo de quien fue presidente del FC Barcelona y al mismo tiempo diputado de ERC durante la Segunda República no se ha encontrado nunca. El catalán murió muy pronto tras irrumpir la Guerra Civil, el 6 de agosto de 1936, fusilado junto con tres personas más: el periodista deportivo Pere Ventura i Virgili (del periódico 'La Rambla'), un teniente del ejército republicano y el chófer del automóvil en que viajaban. Los asesinos, evidentemente, fueron paramilitares golpistas del bando franquista. Las circunstancias de los hechos no se han acabado de aclarar nunca, pero un equipo de investigación hace tiempo que trabaja, liderado por el actual presidente del conjunto barcelonés, Joan Laporta, con la hipótesis de que los restos de Sunyol se encuentran en unos terrenos concretos de Madrid.

El problema, sin embargo, es que la ubicación exacta que se está estudiando coincide con un espacio en que ahora hay la Residencia Militar Guadarrama. A pesar del nuevo marco legal que abre la ley de Memoria Histórica, el Ministerio de Defensa, capitaneado por Margarita Robles, había cerrado el paso a los investigadores. El pasado 5 de octubre, el diario 'El Debate' revelaba que el equipo de investigación pidió el permiso necesario para realizar las prospecciones al gobierno autonómico de Isabel Díaz Ayuso el 8 de septiembre, consiguiendo fácilmente su visto bueno. Posteriormente, el equipo se puso en contacto con los responsables del recinto militar, que inicialmente no se opusieron a la investigación más allá de requerir detalles prácticos como las personas que participarían, la maquinaria prevista y la duración estimada. Pero fue el mismo Ministerio de Defensa quien, en una carta fechada el 19 de septiembre, cerraba la puerta al equipo e impedía su acceso a la residencia. Luis Avial, uno de los técnicos, lamentaba que el movimiento se hubiera hecho "reinterpretando la ley", porque el ministerio había pedido que fuera un familiar de Sunyol quien hiciera la solicitud, aunque el hijo del expresidente dejó muestras de ADN para facilitar la investigación antes de morir. El equipo se apresuró a presentar alegaciones ante el Ministerio de Defensa, sin recibir ninguna respuesta inmediata.

"Nuestra misión es determinar si están"

Y parece que las alegaciones han funcionado. Este jueves, y casi cuatro semanas después del portazo, han podido arrancar los trabajos para localizar el cuerpo de Sunyol, según ha avanzado Catalunya Ràdio. Hace justo una semana que Defensa hizo pública su rectificación, y hoy se ha empezado con una primera prospección geofísica de la zona, según ha explicado el mismo Luis Avial, detallando que utilizan varios mecanismos para encontrar los restos. "No sabemos si están. Nuestra misión es determinarlo. Después, en caso de que hubiera restos humanos en la zona, serían retirados y objeto de análisis científico por los forenses, los antropólogos y los laboratorios para verificar si se trata de las personas que estamos buscando". En caso de que se acabe descubriendo la tumba, como esperan los investigadores, se abrirá una segunda fase. "Una vez se haya hecho el informe técnico correspondiente se valorará si hay señales claras de presencia de material histológico en el subsuelo, y en caso de que fuera positivo intervendrían los arqueólogos y los antropólogos". Y la búsqueda del cuerpo de Josep Sunyol habrá concluido.