El ministerio de Defensa ha rectificado este jueves y permitirá el acceso a la Residencia Militar Guadarrama a un equipo de investigadores que trabaja en la búsqueda de los restos de Josep Sunyol i Garriga, presidente del FC Barcelona y al mismo tiempo diputado de ERC, que fue fusilado por un pelotón de militares golpistas en las primeras semanas de la Guerra Civil Española. Esta decisión, que ha avanzado Catalunya Informació, llega pocos días después de que el mismo ministerio hubiera vetado la entrada de los investigadores al recinto militar, aunque contaban con todos los permisos necesarios, incluido el preceptivo del gobierno de la Comunidad de Madrid.

Con este giro de guion, el equipo que lleva a cabo la investigación para encontrar los restos del presidente fusilado, y que dispone del aval del actual presidente azulgrana, Joan Laporta, tiene vía abierta para acceder al lugar donde se sospecha que se encuentra la tumba de Sunyol para confirmar o desestimar su hipótesis, más de ochenta años después de su asesinato. Sunyol fue fusilado, junto con tres personas más, el 6 de agosto de 1936, cuando fue detenido por paramilitares fascistas cuando el vehículo donde viajaba Sunyol traspasó la línea del frente en la sierra de Guadarrama y cayó a manos de los golpistas.

Sunyol viajaba con el periodista deportivo Pere Ventura i Virgili (redactor de 'La Rambla'), un teniente del ejército republicano y el chófer del automóvil en que viajaban y cuando fueron identificados como leales al gobierno legítimo fueron asesinados. Décadas más tarde, un equipo de investigadores cree que tiene suficientes indicios para considerar que los restos de Sunyol están en unos terrenos concretos de la provincia de Madrid, dentro de la Residencia Militar Guadarrama, pero hasta hace unos días se encontraban con que el ministerio de Defensa les negaba la entrada aunque el nuevo marco legal abierto con la ley de Memoria Histórica, impide que se les bloquee el acceso.

Permiso de Díaz Ayuso

De hecho, el equipo de investigación había superado todos los obstáculos y ya contaba con el permiso necesario de la Comunidad de Madrid para realizar las prospecciones, concedido por el gobierno de Isabel Díaz Ayuso con fecha de 8 de septiembre. El siguiente paso fue contactar con los responsables de la residencia militar, que en un primer momento no pusieron ningún obstáculo a las prospecciones más allá de pedir detalles prácticos como las personas que participarían, la maquinaria prevista y la duración estimada. La sorpresa llegó días después cuando una carta firmada por el Ministerio de Defensa del 19 de septiembre les negaba la entrada y exigía que la petición la formulara un familiar.

Ante esta situación, el equipo de investigación presentó alegaciones argumentando que el hijo del presidente fusilado, el coleccionista de arte Josep Ildefons Suñol i Soler, muerto en el 2019, dejó expresamente muestras de ADN para facilitar la identificación del padre y que es la Fundación Suñol, que administra el legado del hijo, quien coordina y firma los documentos necesarios para avanzar en la búsqueda de los restos de Josep Sunyol i Garriga. Finalmente, la rectificación de Defensa ha abierto el camino a recuperar los restos del presidente del Barça fusilado, un trágico destino compartido con Lluís Companys, president de la Generalitat también fusilado por el fascismo.