Los sismólogos, los especialistas en terremotos, trabajan con instrumentos muy sofisticados. Pero para determinar la intensidad de un terremoto y sus efectos sobre las diferentes zonas, recurren también a las encuestas sobre el terreno. Es por eso que piden la colaboración de las personas que hayan vivido un terremoto. La conjunción de los diversos informes particulares ayudan a los técnicos a elaborar sus mapas y a elaborar las valoraciones de riesgo sísmico.

Como hacerlo

El Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC) tiene colgada a su web un formulario, destinado a todos aquellos que hayan percibido un terremoto. Es un formulario muy sencillo en que se pregunta cómo ha percibido cada uno el movimiento del suelo. Hay cuestiones muy sencillas sobre la sacudida, pero también sobre las consecuencias del seísmo sobre los edificios, las fuentes, los suelos... La contribución de los que han notado el terremoto puede ser de mucha ayuda para los científicos.