Hace semanas que los Bombers de la Generalitat han puesto el grito en el cielo por un peligroso defecto de fabricación que tienen las botellas de oxígeno que utilizan para entrar en zonas calientes y con humo cuando tienen que trabajar en la extinción de incendios en lugares cerrados. No es un problema nuevo, y aseguran que el departamento de Interior tenía conocimiento desde 2020 por un incidente en Cornellà, pero no hicieron nada para arreglarlo. Ahora los sindicatos han decidido denunciar Interior en la Fiscalía por uno presunto un delito contra la seguridad de los trabajadores por, aunque existía un informe que detectaba los errores, no hicieron nada para cambiarlo.

"Había piezas que no eran las adecuadas, la cámara de alta estaba degradada y no se podía garantizar el suministro de aire limpio", ha asegurado, este jueves, en una rueda de prensa, Pere Hervás, bombero y coordinador del sindicato IAC-CATAC. Se detectó que por algún motivo el compresor de esta botella, a veces, se congela y eso hace que deje de proveer de oxígeno limpio a la persona que la lleva y este pase a recibir aire contaminado, poniendo en grave peligro su integridad física, si está en el interior de una zona caliente.

Este informe que hizo a la misma empresa suministradora de las botellas de respiración asistida después del incidente de Cornellà llegó al departamento, pero no se actuó para cambiarlas, aseguran desde los sindicatos de los Bombers. Sí que llegó a manos de los sindicatos un segundo informe, por un incidente nuevo, de hace pocos meses, que es lo que puso alerta a los especialistas en seguridad laboral de los representados laborales de los Bomberos de la Generalitat. En este informe se apunta que ya se había detectado otro problema similar, el año 2020, y que se había puesto en conocimiento del departamento.

Sindicatos BomberosImagen de la rueda de prensa de este jueves de los representantes de los Bomberos de la Generalitat de Catalunya / ACN

Fuentes del Departament de Interior han confirmado que existe este informe del 2020 y, de hecho, ayer se comprometieron en una reunión negociadora con los sindicatos a investigar porque no se aplicaron medidas de corrección cuándo se tuvo constancia del problema. Los sindicatos, sin embargo, no tienen suficiente al averiguar qué pasó, también quieren saber si hay posibles responsabilidades penales y han decidido denunciar delante de la Fiscalía a fin de que se investigue si existió un presunto delito contra la seguridad de los trabajadores por parte de los responsables del departamento y de la dirección general de Bombers.

Todavía trabajan con estas botellas

Todavía no se ha podido revisar el estado de todos los equipos ERA (Equipo de Respiración Autónoma) y los bomberos los siguen utilizando, según han explicado fuentes de los mismos sindicatos. Para evitar esta situación, los bomberos piden al departamento un nuevo protocolo de seguridad mientras se hace la revisión de las botellas. Quieren que en cada operativo haya lo que nombran el "cuarto hombre", un bombero que en un incendio se quedaría fuera de la zona del fuego para controlar que nadie tenga problemas con el oxígeno y poder actuar si hubiera alguna incidencia. Esta supervisión la utilizaría preguntando periódicamente a sus compañeros por la calidad del oxígeno a través del interfono que utilizan habitualmente.

Interior se ha comprometido a comprar 700 botellas nuevas por vía de emergencia y 400 espaldares para utilizar mientras se revisan los equipos antiguos. Además, también pondrá en circulación 170 nuevas que ya tienen comprados.

La muerte de Joan Lièbana: los Bombers quieren un segundo peritaje

El mes de junio pasado el joven bombero Joan Lièbana murió en un incendio en una nave llena de coches quemando en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). En su momento, la investigación del departamento atribuyó la muerte de Lièbana a una cadena de errores humanos de él y de sus compañeros.

Con el fin de confirmar que la muerte de Lièbana no tiene ninguna relación con estas bombonas de oxígeno defectuosas, los sindicatos quieren que se haga un segundo peritaje del equipo ERA que llevaba Lièbana en el momento de la muerte y que esta vez se haga una comprobación que creen que la primera vez no se hizo: buscar residuos de agua en la botella porque si hubiera, sería un indicio que quizás también era una botella defectuosa en la cual el compresor se congelaba y que quizás eso provocó la muerte de Lièbana. El departamento de Interior, aunque sigue descartando que esta problemática pudiera haber contribuido al accidente y que piensa que la muerte se debió a errores humanos, se ha comprometido a ponerse a disposición del juzgado que instruye el caso y a reabrir la investigación interna si el juez lo pide.