Este martes ha hecho una semana que los conductores circulan por la AP-7, la AP-2, la C-32 norte y la C-33 sin tener que abonar el peaje y la sensación mayoritaria entre los usuarios – a falta de datos oficiales de los gobiernos español y catalán- son que el tráfico ha aumentado en estos tramos. Es el caso de Ignasi, un usuario del tramo gerundense de la AP-7 que se desplaza habitualmente a Perpinyà, que asegura que ha visto "más coches de lo normal". En el tramo tarraconense, se ha notado especialmente entre los camioneros, que ahora piden más espacio para estacionar los vehículos. En la AP-2, los conductores también han percibido más tráfico. Mario Chaparro, que viaja de Madrid a Abrera, destaca que además de ahorrarse los peajes "se gana en seguridad".

El primer ejemplo del aumento de tráfico en las autopistas liberadas se vivió el domingo pasado en el primer fin de semana sin peajes. Según el coordinador de movilidad y seguridad vial del Servicio Catalán de Tráfico, Òscar Llatje, este aumento se concentró en unas horas específicas – de las 12 del mediodía a la medianoche – acentuando sobre todo el pico que se produjo a partir de las 7 de la tarde. De hecho, las cifras superaron los valores del domingo equivalente del año 2019, situándose un 7% por encima. Un hecho que Llatje ha calificado "de inaudito", ya que, hasta ahora, los valores se situaban en un 8% por debajo si se hacía la comparativa con los datos del 2019, durante la franja comprendida entre el lunes y jueves.

El coordinador de Tráfico también señala que tuvieron "mala suerte" con respecto a los accidentes. A pesar de no registrar víctimas, generaron muchos paros en la AP-7. "Las retenciones por accidentes han aumentado un 93% con respecto al 2019, así como las averías que lo han hecho un 60%", ha explicado. En este sentido, Llatje considera que se puede luchar "poco" contra la demanda, aunque señala que se pondrán en marcha "medidas paliativas" hasta que se normalice la circulación en los puntos donde se han liberado los peajes. "Encaramos esta semana y la que viene con incertidumbre, haremos previsiones, pero también nos podemos equivocar", ha avisado.

El alt Maresme

Las dinámicas propias de movilidad interna en la zona del alto Maresme han provocado resultados desiguales en los efectos de la liberación de la C-32 sobre la presión del tráfico en la N-II. Una semana después del fin de los peajes, la imagen de la antigua carretera a su paso por Calella es prácticamente la misma y los resultados se esperan "a largo plazo", una vez se construyan los nuevos accesos de la C-32 en Canet de Mar, Calella y Pineda de Mar para hacer la autopista más permeable.

En Pineda de Mar, en cambio, ya se nota una reducción del tráfico desde el primer día, sobre todo en sentido norte. La salida de Pineda  ha dejado de ser la vía que utilizaban los conductores que transitan hacia la Selva para ahorrarse el peaje de Santa Susanna.

Calella y Pineda de Mar comparten a día de hoy la misma salida y entrada de autopista, que desemboca justo en la frontera, al norte de Calella y al sur de Pineda. Sólo este hecho hace que la liberación del peaje no haya tenido prácticamente incidencia en la N-II en Calella y, en cambio, haya vaciado de vehículos el tramo de Pineda de Mar.

El concejal de Mobilitat de Calella, Josep Torres, espera que la incidencia se pueda ver "con los años" y sobre todo a partir de la construcción de los nuevos accesos de la autopista. En el caso de Calella, el nuevo ramal de salida en el extremo sur del municipio facilitará a los mismos calellencs que no tengan que atravesar toda la ciudad por la N-II para ir a buscar la autopista.

En Pineda de Mar, en cambio, los efectos de esta disminución ya se empiezan a notar. El alcalde, Xavier Amor, dice que las primeras sensaciones son muy buenas y que ya se ve "menos afluencia de vehículos", sobre todo de camiones, y una descongestión importante del tráfico en horas punta. Amor espera ahora que el inicio de curso acabe de confirmar esta tendencia.

El tramo leridano de la AP-2

Finalmente, el tramo leridano del AP-2 ha incrementado el tráfico, tanto de camiones como de turismos. A falta de datos oficiales del ministerio, lo perciben los usuarios y también responsables de las áreas de servicio, como la de Lleida. En general se ha recibido con mucha satisfacción el hecho de poder circular por la autopista de forma gratuita ya que aparte de ahorrar dinero, también "se gana en seguridad", según explica Mario Chaparro, que viaja de Madrid a Abrera. La Diputación de Lleida ya ha presentado un estudio para crear cuatro nuevos accesos y arreglar un quinto. Municipios del Segrià Sec quieren un eje transversal para conectar mejor con las tierras del Ebre y las comarcas centrales.

El volumen de tráfico en el tramo leridano de la AP-2 ha incrementado considerablemente desde que hace una semana se liberó el peaje. Se pueden ver circular muchos más turismos pero sobre todo camiones. Eso también se percibe en la N-240, donde el tráfico de camiones se ha reducido, y también el de turismos que ahora circulan, principalmente para hacer desplazamientos locales.

Usuarios consultados por la ACN en el área de servicio de Lleida valoran satisfactoriamente la liberación de peajes. Algunos ya utilizaban la autopista cuando era de pago, por la seguridad que ofrece ante de una carretera nacional, pero ahora valoran el ahorro que les supone. Sobre todo los camioneros, como Juan José Cobos, que lleva mercancías peligrosas y tiene que pasar sí o sí por la autopista. "Ahora se nota en el coste del viaje", señala, pero también matiza que se ha notado mucho el incremento del transporte de mercancías y también de particulares.

 

Foto principal: Vehículos circulando por la AP-2 a su paso por Castelldans / ACN