Los datos son buenos, la movilidad de Semana Santa no tuvo incidencia en la Covid-19, y aunque el número de críticos de las UCI se resiste a bajar, el Gobierno ve la luz al final del túnel y las medidas se empiezan a relajar.

La apertura del confinamiento comarcal a partir del lunes, sin embargo, preocupa todavía al ejecutivo, que aunque sabe que no puede aguantar más las medidas restrictivas cuando hay un alto grado de cumplimiento por parte de la ciudadanía, tiene miedo de un relajamiento excesivo y un repunte. La movilidad pasará a ser libre dentro de Catalunya y también se ampliarán las superficies de los comercios y el aforo de espacios de culto y gimnasios, entre otros. De momento, estas restricciones tendrán una duración de una semana, hasta el 3 de mayo.

Del confinamiento nocturno todavía no se habla. El Gobierno no quiere tener que dar pasos atrás y de momento no se plantea tocar el toque de queda de las 22h.

Pero el ritmo de vacunación y la nueva temperatura estacional pronostican un escenario favorable.

El conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha pedido hoy una "corresponsabilidad bidireccional" y tener "paciencia durante 2 meses". Sàmper ha agradecido también la conducta de la ciudadanía que hace un año que sufre un desgaste importante a todos los niveles: "Realmente hace días que lo estamos diciendo, el grado de cumplimiento es muy elevado. La Semana Santa no ha tenido incidencia. La población ha cumplido. Es obligación de la Generalitat agradecerlo después de un año de desgaste".

Pero a las puertas de Sant Jordi y de la inminente apertura, la conselleria de Interior recuerda que todavía estamos en una situación de emergencia y que no se puede corrre, que hay que ir quemando etapas.

Sàmper ha pronunciado un discurso motivador y ha remarcado que "hay que aprender a convivir con el virus" y con "la mascarilla, distancia, manos y ventilación", dando por hecho que a pesar de que la población esté  vacunada y que se puedan relajar las medidas más restrictivas, las que hacen referencia a la prevención a nivel individual han venido para quedarse.

El conseller también ha dicho que "no ayudan las noticias de que la mascarilla en breve no será obligatoria".

Y es que el Gobierno no quiere dar pasos en falso ni pasos atrás. El mismo Sàmper ha dejado entrever durante la rueda de prensa semanal sobre la Covid-19 que hace falta empezar a huir del "ahora cierro, ahora abro".