La Agencia de Salud Pública de Catalunya (ASPCAT) ha confirmado la muerte de un total de 23 personas por golpe de calor. Sólo dos murieron por las altas temperaturas registradas antes del episodio de calor fijado por el Servicio Meteorológico de Catalunya (SMC) entre el 2 y el 8 de agosto. El resto, 21, han perdido la vida entre el 2 y el 13 de agosto. Son 11 hombres y 10 mujeres de entre 41 y 100 años. Todas tenían factores de riesgo previos, ya sea por patologías de base o por estar haciendo actividades al aire libre con temperaturas elevadas. Diez de las personas muertas presentaron el cuadro a domicilio y 13 en la calle, seis de las cuales estaban trabajando o practicando deporte.

11 de las víctimas murieron en Barcelona ciudad, seis en el resto de la demarcación, una en Girona, una en Lleida y cuatro en Tarragona y las Terres de l'Ebre.

Hasta el 13 de agosto la red de vigilancia epidemiológica ha recibido la notificación de 67 casos de personas afectadas por cuadros que cumplían la definición de golpe de calor, y solo los días de la ola el 061 CatSalut Respon atendió hasta 453 llamadas relacionadas con el calor.

Salud define un golpe de calor cuando una persona produce una cantidad de calor que no puede eliminar a través del sudor o con la dilatación de los vasos sanguíneos, una situación que se da en temperaturas muy extremas. Es una enfermedad grave caracterizada por una temperatura corporal igual o superior a 40 grados y alteraciones del sistema nervioso central que pueden provocar delirios, convulsiones o coma, como consecuencia de la exposición al calor ambiental o al ejercicio físico extremo. El Departament recomienda a los ciudadanos hidratarse de forma continuada —sobre todo las personas mayores—, evitar salir en las horas de más calor, limitar la actividad física intensa y pasar un mínimo de dos horas al día en espacios climatizados.