Varios murales de temática cristiana creados por antiguos coptos, un grupo cristiano nativo de Egipto, así como multitud de artefactos de piedra y cerámica de gran valor histórico han salido a la luz después de años escondidos dentro de un edificio fechado de entre los siglos VI y VII en la localidad de Manqabad, en la provincia egipcia de Asiut. "Se encontraron varios murales importantes, entre ellos los restos de un mural con un simbolismo significativo en el arte copto, ya que su tema representa repetidamente ojos con un rostro en medio, cosa que indica la visión espiritual interior, y es un símbolo de sabiduría, despertar y vigilancia en materia pastoral", ha explicado en un comunicado el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mohammad Ismail Jaled. Los arqueólogos también encontraron en el interior de la construcción otro mural del mismo estilo, este con un dibujo del rostro de un hombre cargando a un niño pequeño, que los expertos creen que podría representar San José alzando al Niño Jesús.
Un edificio con mucha historia
El edificio, que fue descubierto el año 1965 por un grupo de arqueólogos, es una construcción de dos niveles con una cubierta a base de mortero blanco. En la primera planta hay tres salas, seguidas de dos habitaciones y una escalera descendente que lleva a tres habitaciones más y a dos salas de estar. En el interior del edificio se encontraron multitud de hallazgos arqueológicos de cerámica y piedra que los expertos señalan que ayudarán a conocer mejor la población de la época. La que guarda más valor de todas, sin embargo, es una lápida de un santo venerado por el grupo cristiano. Se trata de una losa funeraria con varias inscripciones coptas que incluye el nombre del santo en cuestión y la fecha de su muerte.
Aparte de la pieza funeraria, también se encontraron numerosos monumentos del mismo estilo en memoria de diferentes difuntos, todos ellos con varias letras coptas grabadas, y un friso de piedra con motivos animales que representan los restos de una gacela después de ser comida por un león, así como algunos jarrones de cerámica utilizados en el día a día de los habitantes de la casa.
La estructura, que ya fue examinada en 1976 por un grupo de arqueólogos internacionales, ha sido objeto de estudio en varias tandas hasta el año 2010, y por un grupo nacional el año 2024. Las autoridades egipcias han hecho saber ahora, a raíz de la noticia, que seguirá siendo investigada "para aprender más sobre los secretos y el significado del edificio", informan al escrito.