La defensa de Rosa Peral, la exagente de la Guardia Urbana de Barcelona condenada a 25 años de prisión por la muerte de su pareja —el también policía Pedro Rodríguez, recurrirá la sentencia al Tribunal Constitucional. La resolución judicial que la condena la dictó la Audiencia de Barcelona y la ratificó el Tribunal Supremo. Ahora sólo le queda el Tribunal Constitucional. Es el último capítulo judicial del crimen de la Guardia Urbana.

La abogada de Peral, Olga Arderiu, sostiene en declaraciones en la ACN que no hay "ninguna prueba" de la participación de Rosa Peral en la muerte de quien era su pareja en el momento de los hechos. Como ya alegó en el recurso inadmitido por el Supremo en septiembre, Arderiu asegura que se le negaron pruebas y testigos clave para la defensa de Peral y que el veredicto carecía de motivación.

El otro condenado por la muerte de Pedro Rodríguez, el también agente y amante de Rosa Peral cuando se planificó el crimen, Albert López, fue condenado a 20 años de prisión y su defensa también presentó hace unos días un recurso al Tribunal Constitucional. La defensa de López basa su argumentario en el testimonio de las hijas de Peral, que no pudieron declarar en el juicio pero que en sede policial negaron que él estuviera en casa en el momento del crimen.

Según la sentencia del crimen de la Guardia Urbana, sin embargo, la madrugada del 2 de mayo del 2017 López y Peral mataron a Pedro Rodríguez en su casa, en Cubelles. Después utilizaron el teléfono móvil de la víctima para fingir que continuaba vivo y llevaron el aparato cerca del domicilio del exmarido de Peral, con quien ella mantenía una relación muy conflictiva, para involucrarlo en el crimen. Finalmente, los dos condenados introdujeron el cuerpo en el maletero del coche de la víctima y lo quemaron en el pantano de Foix.

Un crimen despiadado y un caso lleno de interrogantes

El sumario del caso muestra un entramado de relaciones sentimentales y discusiones de pareja y hasta tres versiones diferentes de la acusada Rosa Peral a lo largo de la instrucción. Y los atestados policiales describen las contradicciones y los flequillos que delatan a los dos sospechosos.

Es uno de los crímenes más despiadados y uno de los casos que más ha sacudido a la opinión pública. Los hechos se remontan al 4 de mayo del 2017, pero no fue hasta dos meses después que se levantó el secreto de sumario. Sin embargo todavía quedaban muchas preguntas por responder que tanto la policía como la jueza esperaban que los dos acusados, Rosa Peral y Alberto López, aclararan. Esperaban que se desmontaran mientras estaban en la prisión y que en algún momento admitieran los hechos tal como fueron y confesaran el crimen. Pero eso no pasó. Y en el juicio todavía se pudieron ver más contradicciones. El rompecabezas nunca se acabó de rematar.