Malgrat de Mar vive estos días una situación excepcional que ha dejado a su Policía Local prácticamente sin efectivos. Según el Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP-FEPOL), 51 de los 53 agentes de la plantilla se encuentran de baja médica por problemas de salud relacionados con "el estrés, la ansiedad y el agotamiento físico y mental". Solo el inspector y el subinspector se mantienen activos, con apoyo puntual de los Mossos d'Esquadra del distrito de Pineda de Mar.
La crisis estalló el 1 de agosto, cuando el consistorio comunicó a los agentes de policía, mediante un decreto de alcaldía, que les anulaba las vacaciones de agosto, las cuales ya tenían aprobadas desde comienzo de año. El Ayuntamiento aseguró que asumiría los gastos derivados de las cancelaciones. Eso estalla en pleno agosto, coincidiendo con la Festa Major de Sant Roc, que se celebra del 9 al 16 de agosto, y en un contexto de gran afluencia turística. En verano, la población habitual de 20.000 habitantes puede llegar a los 45.000, pero la comisaría de la Policía Local está casi vacía.
Un conflicto que viene de lejos
Según SIP-FEPOL, las negociaciones con el Ayuntamiento para mejorar las condiciones laborales y económicas empezaron a finales del 2024, después de que el último acuerdo colectivo finalizara en el 2020. La principal demanda es la equiparación de la jornada laboral con el resto de trabajadores municipales, de 35 horas semanales. Los sindicatos aseguran que en marzo del año pasado el consistorio "decidió finalizar las conversaciones de manera unilateral". El 9 de julio, presentaron un escrito avisando de que la plantilla dejaría de hacer horas extras, "ya que estas son de carácter voluntario".
La respuesta municipal llegó el 1 de agosto, cuando el ayuntamiento les comunicó que les anulaba las vacaciones de agosto que ya tenían programadas desde hacía meses. El escrito que recibieron también ordenaba al cabo de la Policía Local justificar la "causa de necesidad del servicio" y facultaba a modificar los cuadrantes de trabajo. Según los sindicatos, la alcaldesa, Sònia Viñolas (PSC), "manifestó estar asesorada directamente con la consellera de Interior, Núria Parlon".
Posiciones enfrentadas
Por parte del gobierno municipal, la alcaldesa ha declarado a TV3 que el consistorio "se reafirma en el compromiso de seguir negociando con todos los trabajadores y trabajadoras municipales", pero que eso se tiene que hacer "en el seno de la mesa negociadora", el único espacio que consideran legalmente constituido. El Ayuntamiento recuerda que, a petición de los sindicatos, en octubre del 2024 se adjudicó a Consultoras de Gestión Pública S.L. un contrato de 18 meses para rediseñar la estructura organizativa y valorar los puestos de trabajo.
Desde la oposición, la CUP ha remarcado que la Policía Local es un servicio esencial y que "las bajas médicas tienen que responder a motivos de salud reales y no pueden utilizarse con finalidades diferentes de las previstas por la norma". También ha recordado que el consistorio puede pedir inspecciones médicas ante un volumen "inusualmente alto" de bajas.
Mientras tanto, el municipio afronta los días más concurridos del año con una policía bajo mínimos. El portavoz sindical Àlex Payan alerta de que "tan solo hay dos agentes trabajando de 53", y lamenta el "desinterés" del Ayuntamiento para resolver la crisis. El consistorio, por su parte, asegura que la seguridad ciudadana está garantizada gracias a la coordinación con los Mossos d'Esquadra.