Las retenciones a la autopista AP-7 sumaban unos cuarenta kilómetros en ambos sentidos este lunes a las cinco y media de la tarde en plena operación vuelta, según los datos que facilita el Servicio Catalán de Tráfico (SCT). En concreto, la antigua vía de pago registraba en aquella hora 24,5 kilómetros de retenciones en sentido norte, 15 en Vilafranca del Penedès hacia Barcelona, 7 en el Vendrell, también hacia la capital catalana, y 2,5 en Altafulla. En sentido sur hay 4 tramos afectados, 10 en la Roca del Vallès, 4 en Fogars de la Selva, 2 en Sant Celoni y 2 más en Llinars del Vallès. A la AP-7, Tráfico ha puesto en marcha un plan de choque para reducir la siniestralidad. Así, se aplican más controles de velocidad, de alcohol, drogas y tiempos de conducción a los transportistas y se refuerza la inspección aérea para detectar infracciones. El inicio de estas medidas coincide con el dispositivo especial de tráfico con motivo de la segunda Pascua, este año festivo en todo Cataluña.
Operación retorno
El director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel, ha previsto la vuelta de 295.000 vehículos al Área Metropolitana de Barcelona entre las 12.00 horas y la medianoche en la operación retorno de este lunes 6 de junio, festivo en Catalunya por la segunda Pascua. Sobre este punto, asegura que la movilidad se prevé altísima y pide mucha prudencia al volante.
Lamiel ha insistido en que se modere la velocidad, especialmente en "las autopistas sin peaje y, en concreto, en la AP-7, donde se ha constatado que el 55% de los accidentes tienen lugar por choques traseros", y ha propuesto que se reduzca la velocidad de 120 a 110 kilómetros por hora. En este sentido, ha destacado también la necesidad de aumentar la distancia de seguridad entre vehículos, y ha especificado que esta tiene que incluir y respetar "la distancia de reacción y la distancia de frenazo".
Respetar la distancia de seguridad
Un estudio reciente del Servei Català de Trànsit sobre el tráfico en la AP-7, a su paso por Santa Perpètua de Mogoda, indica que el 70% de las motos que circulan por el carril del medio no respetan la distancia de seguridad. Tampoco lo hacen el 65% de los turismos ni el 37% de los vehículos pesados. Con todo, Lamiel insiste en que reduciendo la velocidad se reduciría la posibilidad de choque trasero y, por lo tanto, se incrementaría la seguridad de la vía.