Los estudiantes han escogido mayoritariamente un fragmento del cuento Mossèn Gaspar, de Salvador Espriu a las pruebas de lengua y literatura catalana de la selectividad, en vez de elegir un texto divulgativo sobre los peligros de la desaparición de las abejas en Europa.

Mirall trencat, de Mercè Rodoreda, y Terra Baixa, de Ángel Guimerá, han sido los libros de lectura obligatoria a segundo de bachillerato y sobre los cuales los alumnos han tenido que contestar varias preguntas en todas dos opciones.

Esta es la prueba con las respuestas que han tenido que superar a los alumnos

 

Aunque los estudiantes han considerado que este examen era más fácil que el de castellano, han señalado algunas dificultades concretas como encontrar sinónimos o construir palabras derivadas, como el sustantivo emmetzinament a raíz del nombre metzina, o el adjetivo "fonedís" a partir del verbo fondre. Analizar los pronombres, oraciones o sintagmas de varias oraciones y completar frases a partir de dos opciones adverbiales han sido algunas de las otras preguntas.

Mañana seguirán los exámenes de la fase general de la selectividad, que es obligatoria para todos los alumnos, con los exámenes de lengua extranjera e historia de España. También forman parte de la fase general las materias de modalidad, de las cuales los alumnos tienen que elegir una opción entre 4 comunas que son matemáticas, matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, latín y fundamentos de las artes, y sus exámenes se harán entre esta tarde y la tarde del jueves.

Para aprobar la selectividad y poder acceder a las universidades catalanas, los estudiantes tienen que obtener una nota media mínima de 4 en los 5 exámenes de la fase general, que puntuarán un 40% sobre la nota total, en la que la calificación de bachillerato cuenta el 60%.