Las reservas de los nueve embalses de las cuencas internas de Catalunya bajan hasta el 41% de su capacidad, 8 puntos menos que hace un mes. La cuenca del Segre, que depende de la Confederación Hidrográfica del Ebro, sigue en emergencia por tercer mes consecutivo. De estos nueve embalses, siete son gestionados por la Agencia Catalana del Agua (ACA) de la Generalitat (Darnius Boadella, Sau, Susqueda, Foix, la Losa del Caballo, Sant Ponç y la Baells). Pues según los datos facilitados este jueves por el ACA, una gran parte de estos embalses están por debajo del 40% de su capacidad, como el de Darnius (39,19%), Sau (37,35%), la Baells (37,26%), la Losa del Caballo (31,59%), Riudecanyes (32,72%) y Siurana (9,86%). En mejor situación se encuentran el de Sant Ponç (65,12%), Foix (77,56%) y Susqueda (47,10%), a pesar de que muy por debajo de como estaban hace tan solo un año, cuando Susqueda estaba al 84,92% de su capacidad y Sau, al 73,96%, han indicado las mismas fuentes.

La lluvia alivia la sequía

El ACA ha informado hoy de que las lluvias que caen estos últimos días están aportando un poco de agua en los embalses, pero, de momento, "entra menos de la que sale". Con todo, aseguran que la velocidad del descenso de los niveles de reservas embalsadas ha frenado. "Eso, junto con el incremento de la producción del agua de las desalinizadoras, que desde el lunes pasado operan al 90% y aportan 2,2 metros cúbicos por segundo (unos 190.000 m³/día), nos hace pensar que, de momento, el ámbito del Ter-Llobregat no entrará en alerta durante las próximas 3 o 4 semanas", han añadido. Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Ebro, indica en su informe mensual del pasado mes de julio, que las aportaciones de lluvia acumuladas en los meses de mayo, junio y julio se encuentran en mínimos históricos desde 1980. La cuenca del Segre, que depende de la Confederación, sigue en emergencia y el sistema de embalses Oliana-Rialb (Alt Urgell) continúa su descenso del nivel de agua por las escasas lluvias. La parte catalana del Ebro cuenta con diez embalses: Camarasa, Canelles, Escales, Guiamets, Oliana, Rialb, Riba-roja, Talarn, Terradets y Siurana. "Con un volumen conjunto de 106,80 hectómetros cúbicos (un hectómetro cúbico representa un millón de metros cúbicos o mil millones de litros) se trata del valor más pequeño en estas fechas desde el año 2007, con Rialb ya operativo", indica el informe mensual de sequía.

Salvar la temporada de riego

La Comunidad de Regantes del pantano de Riudecanyes ha iniciado esta semana, junto con técnicos del departamento de Acción Climática de la Generalitat, la instalación de una bomba de presión en la presa de Riudecanyes para que no se tenga que suspender el riego la próxima semana, según ha informado este jueves a la Comunidad en una nota informativa. Se prevé que las obras de instalación de la bomba se acaben esta misma semana, ya que "el bombeo desde el embalse de Riudecanyes al Canal Nou durante las dos semanas que quedan para acabar la temporada de riego es la única solución viable para poder salvar la cosecha de avellanas y olivas e, incluso, de los mismos avellaneros". La situación de sequía en algunas zonas de Catalunya es extrema y, así, en la comarca de la Conca de Barberà ya hace días que llegan camiones cisterna cargados con agua para llenar los depósitos municipales en Passanant, Belltall y Sarral, a los cuales se ha unido l'Espluga de Francolí.

Alerta hidrológica y restricciones

Por su parte, la Agencia Catalana del Agua declaró a finales de julio la alerta hidrológica en la cabecera del río Ter, el Llobregat medio y Anoia Gaià, que engloban un total de 135 municipios y que no dependen del agua de los embalses ni de grandes acuíferos. Su abastecimiento se calcula a partir de la pluviometría. En estas zonas se han limitado algunos usos, como el riego agrícola (25%), usos ganaderos (10%), usos industriales (5%), usos recreativos (30%) y otros (5%), se limita el llenado de piscinas, la limpieza de vehículos, se prohíbe llenar de agua las fuentes ornamentales y el consumo de agua se limita a un máximo de 250 litros por habitante y día. A estas dificultades de gestión por el episodio excepcional de sequía se añade también que las empresas que se dedican al transporte de agua con camiones cisterna no dan abastecimiento y, por lo tanto, escasea también este tipo de transporte. La falta de precipitaciones ha forzado a la Generalitat a constituir la Comisión Interdepartamental de Sequía, ante la previsión de que esta situación se prolongue en el tiempo.