El realquiler de pisos se está convirtiendo en una auténtica problemática en Barcelona y en su área metropolitana. El último caso, que ha publicado La Vanguardia, implica a varios pisos de protección oficial en Sant Cugat. Su Ayuntamiento ha constatado que se estaba alquilando uno de sus pisos protegidos, de titularidad municipal, a la plataforma Airbnb.
El piso se sitúa en el barrio de Volpelleres y ha sido realquilado desde mayo de 2016, un fraude que el Ayuntamiento no detectó hasta hace poco a partir de una inspección. El arrendatario alquilaba el piso por 28 euros cada noche, con un mínimo de tres noches por estancia y a una sola persona. Si esta acudía acompañada, se pasaba a pagar 10 euros más por noche.
Los servicios municipales han disuelto el contrato de alquiler a la pareja que vivía allí y les ha exigido que abandonen el piso, que es propiedad de Promusa (Promociones Municipales de Sant Cugat).
Vistas del piso de protección oficial ofrecido a la plataforma / Airbnb
La vivienda cuenta con la máxima distinción, de cinco estrellas. Además, 45 comentarios positivos de los usuarios que han pasado unos días. Por otra parte, también tiene un número de licencia que le habría facilitado el mismo Ayuntamiento.
No es el único caso
El Ayuntamiento también ha detectado que este no es el único caso en Sant Cugat: han encontrado el caso de una persona que ofrecería su sofá —en lo que se llama couch surfing—, y el de un piso, en este caso de venta, que se habría publicado en otra plataforma de economía colaborativa.