Esta madrugada ha empezado el ramadán, el mes sagrado para la población musulmana, que este 2020 también se verá afectado por el coronavirus. La situación actual, sin ir más lejos, hace imposible la celebración de ritos o el hecho de ir a las mezquitas. Por lo tanto, la Covid-19 obligará a seguirlo desde casa y sin las tradicionales rupturas del ayuno comunitarias y oraciones en grupo.

El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Catalunya, Mohamed El Ghaidouni, explica a la ACN que aunque se pueda producir un desconfinamiento parcial durante el mes es mantiene un "riesgo alto" de contagio y por eso el mensaje es vivir el ramadán desde casa. El colectivo joven además hace un llamamiento a trasladarlo a las redes sociales y en esta línea la Asociación Azahara de Salt prepara una ruptura del ayuno virtual. Por otra parte, las comunidades trabajan para hacer llegar alimentos a los más vulnerables.

¿Qué es el ramadán?

El ramadán es el mes de ayuno de los fieles del Islam y dura entre 29 y 30 días, según el calendario lunar. Se celebra durante el noveno mes del calendario islámico, que se basa en la Luna y retrocede cada año entre 11 y 14 días.

Es uno de los cinco pilares básicos de la fe musulmana, junto con la profesión de fe, la plegaria, la limosna y el peregrinaje a la Meca, y consiste en la abstinencia total de bebida, comida y relaciones sexuales entre el alba y la puesta de sol. La ruptura de este ayuno por la noche se ha caracterizado tradicionalmente por iftars (comida con que se rompe el ayuno por la noche) y oraciones colectivas en grandes espacios.

Este año eso no será posible y los fieles tendrán que hacerlo desde casa. El Ghaidouni recuerda que ya hace más de un mes que los lugares de culto han suspendido todas las actividades masivas dirigidas a los fieles y ahora se seguirán las mismas medidas: "Celebraremos el ramadán con la lectura del Corán y con las predicaciones correspondientes, pero nos toca hacerlo en nuestras casas y con nuestras familias".

Mucha gente no vive en familia

El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas destaca que hay mucha gente que no vive en familia en Catalunya y que durante el mes del ayuno participan de las comidas que se celebran en las mezquitas. Añade que el ramadán es también una época de "unión, donde los musulmanes prestan ayuda a familias desamparadas o que viven solas".

Para mantener esta vertiente social, las comunidades de las diferentes mezquitas de toda Catalunya están trabajando para detectar a las personas o familias con necesidades y llevarles a los domicilios ayuda que recogen de donaciones. "El objetivo es que todos podamos celebrarlo y que no nos falte de nada, aunque de una manera diferente", apunta.

Así, los jóvenes quieren dar un paso más allá y están organizado también actividades en las redes sociales.