En plena emergencia por sequía en el área de Barcelona y Girona por el descenso de las reservas hídricas en el sistema Ter-Llobregat, lo que afecta cerca de seis millones de habitantes en 202 municipios, la concienciación es fundamental para que la ciudadanía pueda contribuir a combatir "la sequía mayor del último siglo", como calificó el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Una manera de tomar conciencia del agua que gastamos a lo largo del día en los hábitos cotidianos es utilizar la calculadora hídrica que la Agència Catalana de l'Agua (ACA) ha puesto a disposición de los ciudadanos, a través de un contador del agua, que permite calcular cuál es la huella hídrica de una persona. Eso es el agua que se gasta en los hábitos de higiene personal y de los hábitos alimentarios. Son unos datos orientativos, porque, según el ACA, "los consumos pueden variar entre unos países y otros en función de la disponibilidad de agua y el resto de costes asociados a la producción de los alimentos y otros bienes y servicios (ropa, aparatos electrónicos, electrodomésticos, transporte, energía, etc.) que utilizamos cada día". Si al hacer el cálculo se tiene la percepción de que la cifra es muy superior a lo que habíamos imaginado (tomando como referencia que en el estado de emergencia el gasto límite de consumo de agua es de 200 litros al día por persona por término medio por municipio), no os asustéis: el ACA informa de que la huella hídrica media en el mundo occidental se sitúa en torno a los 5.400 litros por persona y día, lo que equivale al consumo de una piscina olímpica por persona y año.

Invitar a la reflexión

El contador de la huella hídrica, según explica el ACA, quiere invitar "a la reflexión sobre nuestros hábitos de consumo y su impacto sobre los recursos naturales". Asimismo, también quiere "promover la acción hacia unos hábitos cada vez más sostenibles". Hay que tomar conciencia de que cada vez que nos duchamos y dejamos correr el agua mientras se calienta se pierden muchos litros que ya no se aprovechan y que hacen encarecer nuestra factura. Lo mismo cuando nos lavamos los dientes, o lavamos los platos a mano. Por eso, a la hora de calcular la huella hídrica, la aplicación pregunta cuántos minutos tardamos en ducharnos, cuántas veces nos duchamos a la semana o si cerramos el grifo mientras nos enjabonamos. En este punto, la aplicación recuerda que una ducha en lugar del baño permite ahorrar más de 170 litros de agua. Y el mismo proceso cuando nos lavamos los dientes. Hay que ser conscientes de que cada minuto, con el grifo abierto, se consumen más de 7 litros de agua. La aplicación también pregunta cuántas veces encendemos el lavaplatos a la semana (un lavaplatos de bajo consumo solo consume 15 litros) y cuántas lavadoras (consume de 40 a 170 litros de agua según el programa y si es de abajo consumo o no).

Hábitos alimentarios

La huella hídrica no solo se calcula con el gasto de agua directa que consumimos con los hábitos de higiene, sino que también toma como referencia los hábitos alimentarios. Por eso, se pregunta qué desayunamos diariamente, y se advierte que para reducir la huella hídrica se pueden escoger productos frescos de temporada y de proximidad. También se cuestiona sobre lo que comemos diariamente, y nos informa de que cuanto menos elaborado es un producto, menos agua se consume en su producción. Y por último, al preguntar por lo que cenamos, también aconseja que si optamos por una dieta equilibrada como el Mediterráneo, incrementando el consumo de verdura y fruta, reduciremos nuestra huella hídrica y mejoraremos nuestra salud.


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