La agrupación de profesores de ciencias reunidos en la plataforma Ciències en Perill se ha reunido este martes con la consellera de Educació, Esther Niubó, para trasladar nuevamente su rechazo al plan de fusionar las materias científicas a primero de bachillerato a partir del curso 2026-2027 —dando cumplimiento a la solicitud del Ministerio de Educación, que quiere homogeneizar el modelo entre comunidades de acuerdo con la LOMLOE—. En el encuentro, los docentes han reclamado a Niubó que el Departament d'Educació que pida al ministerio de Pilar Alegría una moratoria para aplazar la medida y que haya primero un margen de tiempo para evaluar el impacto, estudiar alternativas y "minimizar efectos negativos".

Los docentes consideran que la fusión de asignaturas de ciencias no sigue "ningún criterio pedagógico", sino que se justifica para ajustarse a la normativa estatal, y aseveran que todos los expertos consultados se oponen. También sostienen que se han hecho excepciones en esta homogeneización para preservar singularidades de la educación catalana como la Literatura Catalana como materia de modalidad o el Treball de Recerca, por lo que creen que es posible hacerlo también con las ciencias. Así, el colectivo de Ciències en Perill también aprovechó para denunciar que las decisiones del Departament "no incorporan suficiente la voz de los docentes ni la realidad de los centros".

Sin embargo, la consellera Niubó les ha reiterado que la fusión de ciencias a primer bachillerato es "inevitable" por seguridad jurídica y adecuación a la normativa estatal, a la vez que ha defendido que ayudará a la orientación del alumnado y que la consiguiente reducción de horas lectivas se compensaba con propuestas como las polémicas optativas "altamente recomendables" en las cuales se haría el resto del temario de ciencias. Es el argumento que ha mantenido el Departament desde un primer momento. Niubó ya ha defendido anteriormente, en el Parlament, que en ningún caso habrá una reducción de horas y que el motivo del cambio es para cumplir la petición del Ministerio.

Piden una reunión con Illa

Ante lo que consideran un "inmovilismo" del Departament de la consellera Niubó, los profesores de ciencias avisan de que solicitarán una reunión con el president de la Generalitat, Salvador Illa, para trasladarle lo que ven como "efectos negativos" que tendría la reforma científica del bachillerato en la formación de los alumnos. "Modificar sin mejorar no es una política educativa, es una renuncia", critican desde la plataforma Ciències en Perill, que sostiene que hay "necesidades y carencias más urgentes" a atender antes que reformar los itinerarios de esta manera. La intención de los docentes, explican, es mantener el diálogo con todos los actores implicados para encontrar "consensos".

Una fusión polémica

La fusión de materias de ciencias es uno de los temas candentes del bachillerato en Catalunya desde hace meses y ha ocasionado protestas de profesores y direcciones de centros. La reforma tiene la intención de trasponer la normativa educativa estatal, la LOMLOE o ley Celáa, a raíz de un requerimiento que ha planteado el Ministerio de Educación a la Generalitat. Por lo tanto, se fusionarán al bachillerato las asignaturas de ciencias de Física y Química y de Biología y 'Geología y Ciencias ambientales', respectivamente, con cuatro horas lectivas cada una —hasta ahora cada una tenía tres horas por separado—. Para compensar la bajada de horas, se crearán dos materias complementarias optativas: Contextos de Biología, Geología y Ciencias Ambientales y Contextos de Física y química. Colectivos de profesores de ciencias se oponen y hace meses que están en pie de guerra en todos los frentes: Parlament, Síndic de Greuges y en las calles.

Protesta de los integradores y educadores sociales

Por otra parte, unos cuarenta integradores y educadores sociales se concentraron por la mañana ante la sede del PSC para reclamar la continuidad de las plazas de programas socioeducativos en los centros educativos públicos de Catalunya. Los sindicatos CGT y CNT han denunciado que se eliminará el 30% de la plantilla del programa, lo que estiman que afectará a 103 integradoras sociales y 25 educadoras sociales. Además, criticaron que los trabajadores "desconocen si podrán reincorporarse a sus puestos de trabajo el 1 de septiembre o si, por el contrario, se quedarán en paro". También reprocharon la "falta de transparencia y la inacción" de Educació, que pone en riesgo más de 400 puestos de trabajo para el apoyo socioeducativo. Se trata de un perfil de trabajador de los centros que se dedica especialmente a la atención del alumnado con necesidades sociales y sus familias.