Fèlix Millet entró en Brians 1 en ambulancia, y una vez dentro de la zona de accesos, entró en las dependencias andando. Tal como también lo hizo del TSJC de donde salió sobre las cinco y media de la tarde dirección a la prisión. "Millet puede caminar", dicen a El Nacional fuentes penitenciarias. Desde dentro de la prisión, otras fuentes del centro también explican que Millet entró andando hasta el módulo donde está la enfermería y donde ha pasado la primera noche junto con Jordi Montull.

De hecho, Fèlix Millet ha utilizado siempre la silla de ruedas para ir al juicio y a las visitas semanales al juez, pero es sabido que por casa se mueve con más o menos normalidad.

Millet se quedó en el TSJC y su silla de ruedas se fue a casa. Si le hace falta silla en la prisión, utilizará una del centro, donde no se esperaba entrar.

En una conversación informal con El Nacional, ayer mientras hacía tiempo para saber la decisión del juez, desayunando, explicaba que esperaba no tener que entrar en la prisión. Dos horas más tarde le comunicaban en la sala de vistas que tendría que entrar inmediatamente. Millet desayunó con su mujer Marta Vallès y su equipo de abogados. Montull no se dejó ver fuera del TSJC. En el mismo bar, el "Mesón Castellanos", donde Millet y Montull iban a comer durante el juicio del hotel del Palau, ayer también había Gemma Montull. Pero la hija de la mano derecha de Millet no compartió mesa con el expresidente del Palau de la Música. Gemma Montull, que estaba dentro de la sala cuando se le comunicó a su padre que tenía que entrar en la prisión, sí que se despidió de Millet con un beso en la mejilla.

Ahora Millet y Montull sólo recibirán las visitas de los familiares los fines de semana, como el resto de presos. Y hasta que no haya sentencia firme, o sea hasta que el Tribunal Supremo no resuelva los recursos, no podrán pedir ningún permiso ni el régimen abierto que les permitiría pasar el día en casa. De momento, son presos preventivos.

La primera noche en la prisión

Millet y Montull están en la enfermería, en celdas individuales. Seguirán aquí hasta que se los destine al módulo donde hay los mayores de 70 años. En Brians 1 no hay un módulo geriátrico, pero sí que los presos mayores conviven juntos.

En Catalunya hay 78 presos mayores de 70 años. 76 hombres y 2 mujeres. Millet y Montull tienen 82 y 75 años, respectivamente.

Mientras tanto, en la enfermería se los hará una valoración de su estado, tanto con respecto a la salud como en otras cuestiones y será un equipo multidisciplinar, con el facultativo del centro pero también otros especialistas como psicólogos o juristas, que valorarán su estado, su situación procesal y su situación personal para decidir cómo tienen que estar dentro de la prisión y estudiar cuál es el espacio más idóneo.

La valoración, que puede durar algunos días, es un procedimiento que sigue cualquier interno cuando llega a la prisión; las mismas fuentes han recalcado que no se trata de ningún trato de favor sino que a quien ingresa con problemas de salud también pasa los primeros días en la enfermería.

Millet y Montull ingresaron en Brians 1 el lunes por la tarde, después de que lo dictaminara así la Audiencia de Barcelona, como medida cautelar mientras no haya sentencia firme del Tribunal Supremo. La Audiencia de Barcelona los ha condenado a nueve años y ocho meses y siete años y medio de prisión, respectivamente.