Los Agents Rurals trabajan con la hipótesis de que el origen del incendio que ha quemado más de 6.000 hectáreas entre la Segarra, la Noguera y Urgell podría ser una segadora. El fuego comenzó de forma accidental en una zona donde había maquinaria agrícola, y los investigadores analizan si los trabajos de siega podrían haberlo provocado. Los Mossos d’Esquadra han activado un equipo conjunto con efectivos de la Divisió d’Investigació Criminal (DIC), de la Región Policial Ponent y de los propios Agents Rurals para esclarecer las causas, como es habitual en este tipo de incendios de gran extensión, donde hay daños materiales —las revisiones de los Bombers aún no han finalizado, si bien ya se han encontrado coches y casas totalmente calcinados— y también daños personales. La investigación sigue su curso y, por ahora, todos los detalles, a la espera de cerrar los atestados, siguen abiertos. No constan, por ahora, personas investigadas.
Dos personas han muerto en Coscó, en la Noguera, y dos bomberos han resultado heridos leves durante las tareas de extinción. Las víctimas mortales son el propietario y un trabajador de una explotación agrícola de la zona, vecinos de Agramunt, de 45 y 32 años respectivamente. Sus cuerpos fueron localizados en un bancal junto al coche, que quedó atrapado en un margen. La investigación sobre la muerte de estas dos personas la ha asumido el cuerpo de los Mossos d’Esquadra. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha suspendido la agenda para trasladarse hasta el centro de mando de Guissona, desde donde ha pedido, acompañado de la consellera de Interior, Núria Parlon, “mucha prudencia” ante el elevado riesgo de incendio y ha advertido que “debemos mentalizarnos de que tendremos un verano complicado”. Illa ha destacado la rápida propagación del fuego —con velocidades nunca vistas hasta ahora— y ha asegurado que “los incendios ya no son como antes. Avanzan muy rápido y son muy peligrosos. Ni con tres veces más recursos se pueden apagar”.
Continúan las tareas para apagar el fuego
Este miércoles por la mañana, todavía una treintena de dotaciones terrestres y cinco medios aéreos han seguido trabajando en la zona para asegurar el perímetro, especialmente en el flanco derecho, ante la previsión de tormentas por la tarde. El jefe de la intervención de los Bombers, Albert Castellet, ha advertido que esta zona podría afectar al valle del Segre si las condiciones empeoran.
El fuego ha obligado a confinar hasta 14.000 personas, y este martes por la tarde se generó un pirocúmulo que alcanzó los 14 kilómetros de altura. Se trata del primer gran incendio de la temporada en Catalunya y el cuarto más grave del siglo en cuanto a superficie quemada. Los peores precedentes siguen siendo los incendios de 2012, con más de 15.000 hectáreas calcinadas y dos víctimas en Portbou, y el de Horta de Sant Joan de 2009, en el que murieron cinco bomberos.
No acercarse a la zona
Protecció Civil ha enviado un mensaje a los móviles para pedir a la ciudadanía de la zona que no acceda al perímetro de los fuegos de Torrefeta y Florejacs y de Sanaüja. "Prohibido acceder dentro del perímetro del incendio y zona quemada hasta que las autoridades lo den por extinguido", remarca el mensaje, que recuerda que se mantiene el elevado riesgo de incendio y de rebrotes. El fuego de Sanaüja está controlado, mientras que el de Torrefeta continúa estabilizado, y los Bombers confían en poderlo controlar esta tarde. Aun así, las autoridades reclaman a la población que espere a la extinción para evitar riesgos innecesarios.