Los nuevo presidente de la Unió de Religiosos de Catalunya (URC), el capuchino Eduard Rey, ha arrancado este miércoles su mandato con una referencia a los casos de abusos que sacuden a la iglesia católica. "Hay cosas que se hicieron mal, tenemos que aceptarlo", ha dicho. "Tenemos que hacerlo de corazón y con valentía, porque la cobardía también es un pecado".

Mirando atrás, "demasiadas veces se buscó más evitar el escándalo público que proteger a las personas". Por eso, sobre los casos del pasado, "a nuestra generación nos toca purificar", ha explicado. El nuevo presidente de la URC ha expresado su esperanza de que ahora, "cuando el mal se hace visible, pueda empezar una cosa nueva: el bien puede entrar con más fuerza. Se trata de volver a escuchar a Jesús, que dice 'convertíos, el Reino de Dios se acerca".

Nueva junta de la URC

El nuevo presidente de los religiosos y las religiosas de Catalunya es el provincial de los Capuchinos de Catalunya y Baleares. Releva al claretiano a Màxim Muñoz. La nueva junta directiva queda formada por Rey, la hermana Rosa Masferrer de las Religioses de Sant Josep de Girona (vicepresidenta); y como vocales el padre Eduard Pini, de la Escuela Pía de Catalunya, la hermana Mercè Arimany, de las Hospitalarias de la Santa Cruz, la hermana Maria Rosa Masramon, Dominica de la Anunciata, el padre Llorenç Puig, jesuita, y el marista Lluís Serra como secretario general. Desde la creación de la URC, en 1980, su junta es paritaria.

Nacido en Barcelona en 1977, Eduard Rey entró en los capuchinos con 19 años y profesó en 1998. Estudió teología en Barcelona, en la especialidad de moral. Durante doce años ha sido maestro de novicios en el convento de Arenys de Mar, que en el 2017 lo nombró Arenyenc de l'Any. En julio de 2017, los capuchinos lo escogieron provincial de Catalunya y Baleares.

La Unió de Religiosos de Catalunya está formada por los responsables de las 165 congregaciones e institutos de vida religiosa presentes en Catalunya, que reúnen a 6.000 religiosos y religiosas.