El Congreso mantendrá la tramitación para derogar la prisión permanente revisable, tras tumbar este jueves las enmiendas de Partido Popular y Ciudadanos, a favor de endurecer el tipo más duro del Código Penal. El debate llega en una semana marcada por el asesinato del niño Gabriel Cruz a manos de la pareja de su padre. Eso no ha hecho cambiar la posición de PSOE, Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, PNV y Bildu, que mantendrán su voto en contra, si no hay movimientos de último minuto.

La posición de los socialistas es clave para que la derogación prospere, lo que ha avivado el malestar de las familias que han sufrido el horror del crimen. Este mismo miércoles, el padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer, se reunió con los nacionalistas vascos en el Congreso, impulsores de la proposición de ley para suprimir esta condena. Quer denunció al partido de Pedro Sánchez por la "incoherencia" de presentar un recurso de inconstitucionalidad a la prisión permanente y abrirse a la derogación, sin que el Tribunal Constitucional se pronunciara antes. Si bien, eso podría forzar que la tramitación en la Cámara avance lenta, a la espera de la sentencia del TC.

La cuestión es que la medida generó una gran polémica entre la opinión pública y también en el parlamento, desde que el PP la aprobó con mayoría absoluta en 2015. Así y todo, el PNV consiguió sacar adelante una enmienda para derogar la ley el julio pasado del 2017, a que la mayoría de la cámara votó a favor, a excepción de la negativa del PP y la abstención de Cs.

El hecho es que la tramitación estaba congelada desde entonces en la mesa del Congreso, donde PP y Cs impedían la derogación de algunas las leyes clave de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy, como explicaba este diario. Así y todo, el cambio en las relaciones de Albert Rivera con el Gobierno provocó que el martes 27 de febrero el partido naranja desbloqueara el trámite. Eso obligó a que el siguiente pleno hábil, el de este jueves 15 de marzo, fuera donde se tenía que votar la proposición del grupo vasco.

Ante ese escenario, el Grupo Popular ha presentado una enmienda a la totalidad donde aboga por ampliar los tipos de aplicación a nuevos supuestos: asesinato con obstrucción de la recuperación del cadáver, asesinato después de secuestro, violaciones en serie, violación a un menor después de privar de libertad o torturar.

La oposición, si bien, votará en bloque a la propuesta del PP, que consideran "la cadena perpetua", como también, a la de Cs.

Por su parte, Rivera plantea endurecer el acceso al tercer grado, hecho que algunos han considerado como un giro radical en el posicionamiento del partido naranja. Eso pasa porque se ha situado en tres posturas diferentes: primero, se declaró en contra de la prisión permanente; segundo, se mantuvo al margen en la votación al abstenerse, y ahora asegura que hay que endurecer el Código Penal.

De hecho, uno de los puntos comunes que redactaron Ciudadanos y PSOE para la propuesta de investidura de Pedro Sánchez en el 2016 fue su "derogación inmediata". Pero después la reunión de Rivera con las familias impulsoras de la recogida de firmas, que ya suman más de 2 millones, el líder de Cs se sensibilizó con su caso, y se añadió a la postura del PP.

A la sazón, el PSOE ha acusado la derecha española de forzar el debate aprovechando el movimiento de una parte de la población a favor de la medida, en un delicado estado de consternación pública por los crímenes a Diana Quer o Gabriel Cruz. El toque de atención vino de Margarita Robles, portavoz parlamentaria del PSOE, quien consideró que en política no todo se vale y acusó a sus rivales de buscar desviar la atención de la crisis de las pensiones. El mismo Pedro Sánchez intentó defenderse sobre que "legislar en caliente generaba leyes incendiarias".