La Manada manda. Algunas notas sobre detalles que pueden llamar la atención. Una, los titulares. Ningún diario se esfuerza en dar algo de contexto, fuera de El Mundo, que proyecta las consecuencias de la sentencia del Tribunal Supremo. "Garantiza la seguridad que reclamaba a la sociedad", dice el tribunal para justificar su decisión. La cita va en un subtítulo. Es decir, los magistrados han querido asegurarse de que el castigo sería ejemplar y calmaría a la gente. Si este es uno de los criterios relevantes de los magistrados para impartir justicia, se hace difícil no pensar que lo aplicará en otras sentencias en deliberación —especialmente en esa— donde lo que está en juego también sea, en opinión de los jueces, "la seguridad que reclamaba a la sociedad". El Mundo no da puntada sin hilo.

ABC hace el peor titular —aun más que el glacial "El TS condena a 15 años a La Manada por violación"— al decir que el Supremo "zanja el debate". Justamente lo que no se cierra es el debate, la discusión, la controversia. Por suerte. ¡Qué afán tiene este diario por dejar que los jueces que zanjen cosas! El resto de diarios han hecho el fácil "Era violación" —ya hace quince horas que todo el mundo lo sabe. Se supone que las portadas impresas deben añadir algún valor al noticiario. Pues no. Meh.

La otra nota es sobre la fotografía de la cosa. Es increíble como algunos diarios han escogido hacer un collage con los cinco de La Manada en lugar de publicar una foto tan potente en fondo y forma como la de la agencia Efe, que aparece en La Vanguardia, El MundoAra. En la imagen se ve al Prenda —uno de los condenados— al salir de los juzgados de Sevilla con la mano en el arma del crimen y una sonrisa burlona mientras le esperan los periodistas con un ademán entre la inquietud y el miedo. Qué nervio el de este hombre.

La última anotación. El Punt Avui abre con "Menosprecio  Supremo", titular con el que quiere resumir las numerosas decisiones que tomó ayer la Sala Segunda del mismo Tribunal Supremo sobre (o contra) los presos políticos y exiliados. Entre otros, mantener el procesamiento de los consellers Comín y Serret por rebelión, pero "un concepto de rebelión diferente al clásico", como dice el auto y destaca el diario. Si por "concepto clásico" se entiende el que está tipificado en el Código Penal, esta argumentación del Supremo toma un cariz inquietante, porque es casi calcada a la posición de la fiscalía, que se sacó de la manga un tipo nuevo de rebelión manipulando a Kelsen y a Habermas. Quizás el Supremo piensa que así, dando un contenido "diferente" a un delito ya definido, también "garantiza la seguridad que reclama a la sociedad".

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