El reciente anuncio de Salut no ha acabado de satisfacer a todo el mundo. El conseller Manel Balcells afirmaba la semana pasada que su Departament empezará a exigir el nivel C1 de catalán a los profesionales sanitarios que tengan pensado optar a una plaza fija. De hecho, la normativa ya recoge esta obligatoriedad, pero el propio Balcells reconocía que "seguramente se ha sido laxo" y que "no se ha hecho lo bastante hasta la fecha". Unas afirmaciones que, desde Plataforma per la Llengua, llevan mucho más allá. El presidente de la entidad, Òscar Escuder (que es médico) ha criticado que, a pesar de la legislación, "no se ha hecho nada" para requerir que los profesionales que entran en el sistema de salud catalán tengan el nivel obligatorio de la lengua, lo que ha calificado de "prevaricación". En esta línea, si bien la normativa existe desde 2002, los distintos gobiernos han hecho la vista gorda. "Vamos 22 años tarde en hacer cumplir la ley", ha denunciado.

No solo eso, sino que a menudo los profesionales que han optado a una plaza fija han completado exámenes falsos para acreditar el C1, con la complicidad del Departament de Salut. "Ha habido una aplicación a fondo para burlar la ley y hacer ver que gente sin ningún dominio del catalán tiene el C1", ha señalado. "Se han hecho exámenes burla". Eso ha ocurrido, según Escuder, en el Institut Català de la Salut (ICS), mientras que en otros casos ni siquiera han tenido que examinarse y se les ha otorgado la plaza igualmente. Como evidencia, Plataforma per la Llengua subraya que ha habido procesos de selección en los que se han presentado "centenares" de médicos y ha habido "cero suspendidos". "Eso no tiene ninguna credibilidad, sabemos que los exámenes no se acercan ni de lejos a lo que debería ser un C1", denuncian.

Un curso de catalán "insuficiente"

En cualquier caso, Salut anunció también la puesta en marcha de un curso "masivo" de catalán destinado a profesionales sanitarios para aprender catalán gratis y en horario laboral. Si bien Plataforma per la Llengua celebra que por fin se haya apostado por este plan, lo consideran "alta y claramente insuficiente". Genera recelos el hecho de que sea voluntario, el proceso de evaluación del nivel de C1 y el que no esté orientado al personal interino o en sustituciones (el curso se centra especialmente en aquellos sanitarios que quieren estabilizar su plaza). Además, recuerdan que tendrá 2.700 plazas para todos los profesionales. El Col·legi de Metges calcula que solo para este sector hacen falta 1.600 plazas, de modo que si se suman el resto de sanitarios el programa es también "insuficiente en cantidad".

Ante la iniciativa de Salut, Plataforma per la Llengua propone cuatro medidas. Para empezar, que se haga una sesión informativa para que los profesionales que lleguen de fuera de Catalunya conozcan la realidad del país y la existencia de dos lenguas. En segundo lugar, que los sanitarios interinos y sustitutos tengan que demostrar el nivel de B2 de catalán al cabo de un año. Para los médicos, fijar un plazo de dos años para demostrar el nivel de C1 de catalán, un margen de complicidad que Plataforma per la Llengua ofrece frente a la falta de estos profesionales que hay en Catalunya. Y por último, que Salut empiece a hacer caso a las quejas lingüísticas que se registran.