Los expertos creen que la pieza de plomo "única" encontrada en la ciudad ibérica de Ullastret (Baix Empordà), podría ser de carácter cultual o religioso. El arqueólogo Ferran Codina ha explicado que por ahora es sólo de una suposición porque se trata de un objeto "raro" y "excepcional". La pieza, de pequeñas dimensiones, apareció durante la campaña de excavaciones del foso defensivo de la ciudad. Codina ha detallado que es un descubrimiento relevante por diferentes motivos: de entrada por la forma de la pieza (pequeña, casi cuadrada y gruesa) pero también por el tipo de grafías que hay inscritas (diecisiete signos de la variante ibérico nordoriental) y la forma de escritura, en dos líneas contrapuestas que obligan a girar la pieza para interpretarla. 

Las excavaciones del foso defensivo del yacimiento de Ullastret empezaron el pasado mes de noviembre del 2017 con una duración prevista de cuatro meses. Durante los trabajos hicieron un hallazgo inesperado y, al mismo tiempo, "excepcional", la pequeña pieza de plomo con una inscripción ibérica. "Se encontró de manera casual e inesperada, es un descubrimiento excepcional por su rareza", explica el arqueólogo Ferran Codina, que este domingo ha hecho una visita guiada al yacimiento para descubrir al público las principales novedades de las excavaciones. La pieza está en proceso de estudio pero tiene varias peculiaridades que la hacen especial. "Sorprende sobre todo por la forma y el tipo de objeto que es", concreta Codina. El plomo es de pequeñas dimensiones, de forma casi cuadrada y gruesa. Hasta ahora, las piezas de plomo inscritas que habían aparecido eran láminas hasta que servían como documentos comerciales.

Otra característica es la inscripción. Contiene un total de diecisiete signos de la variante ibérico nordoriental, que es el predominante en Ullastret, pero están perfiladas con mucha fineza y con combinaciones extrañas de ver. También llama la atención la forma. "Son dos líneas contrapuestas de escritura, no es habitual encontrarlo", ha detallado el arqueólogo. Los elementos sobre los cuales escribían los íberos eran piedra, cerámica y plomo pero su escritura es hoy día indescifrable. Sólo se puede leer los nombres de ciudades, de personas y reconocer algunos signos que corresponden a los fonemas actuales. "Es muy difícil interpretar los textos pero por el tipo de palabras y la manera como están escritas podría ser un objeto cultual o de carácter religioso", apunta Codina que concreta que esta línea de trabajo es una "suposición".

El foso defensivo de Ullastret se descubrió el año 2012. Las excavaciones actuales forman parte del proyecto de restauración de las murallas de la Ciudad Ibérica que lleva a cabo la Dirección General de Patrimonio Cultural del Departamento de Cultura, que permitirá recuperar 130 metros lineales del foso que protegía la banda suroeste de la fortificación. La restauración de la muralla y la parte descubierta del foso mostrará uno de los sistemas defensivos más importantes del mundo ibérico y se prevé que potencie la imagen y visita del yacimiento, que forma parte del Museo de Arqueología de Catalunya.

El foso cumplía una doble función: por una parte actuar como defensa y, de la otra, ser la pedrera para hacer construcciones en la ciudad. Otro hallazgo durante las excavaciones son restos de construcciones domésticas dentro del foso. Según Codina, eso evidencia que la ciudad creció fuera de murallas cuando ya no podía acoger a más habitantes en el interior.