La Associació Cultural Castell de Gardeny quiere que la Paeria de Lleida reconvierta el antiguo edificio de Capitanía de Infantería en un centro de interpretación de la Guerra Civil, que sirva de memorial de las víctimas de la represión franquista. La entidad cree que el cuartel, que fecha de los años cuarenta, es el espacio ideal para hacer pedagogía sobre este periodo histórico, y pide que el edificio se rehabilite conservante la fachada original, es decir, manteniendo el escudo franquista que hay en la parte central superior y que la Concejalía ya ha anunciado múltiples veces que tiene intención de retirar. En este sentido, defienden que el elemento se tiene que "contextualizar", "darle la vuelta ", para revertir su simbolismo antidemocrático.

La asociación remarca que la ciudad necesita tener un centro de interpretación de la Guerra Civil y argumenta que es el lugar idóneo para ubicarlo está en el antiguo edificio de mando del cuartel de Infanteria, muy cerca del castillo de Gardeny. Así pues, según su opinión, sería una manera de rendir homenaje a los republicanos y víctimas del franquismo que fueron obligados a construir el edificio después de la guerra, y que también representaría la "victoria de la democracia sobre la opresión". "Sería una manera, desde un estado democrático, de girar la tortilla a un edificio que nació con una idea franquista", explica el miembro de la entidad Joan Ramon González.

Con todo, afirman que preservar el escudo franquista del antiguo edificio de Capitanía de Infantería ayudará a explicar el contexto histórico, pero defienden que hay que preservarlo tal como se construyó. Hacerlo supondría mantener el escudo franquista que preside la fachada, el último que queda en la ciudad. A pesar de reconocer que se trata de un debate polémico, se muestran partidarios de conservarlo para poder entender la "bastante simbólica" de todo lo que suponía el autoritarismo. "Si se saca el escudo eso se pierde, ya que es la única decoración que hay en la fachada", explica González.

La entidad, sin embargo, también defiende su valor "plástico". "Está bien elaborado y complementa la idea de que el edificio se construyó para demostrar quién había ganado la guerra y quien era la autoridad". Otra razón para mantener el escudo, expresa González, es el riesgo de que se pueda romper durante los trabajos para retirarlo.

Con todo, González asevera que hace falta "mantener a los testimonios de la historia" y evitar hacer "revanchismo histórico". "Sino ya podemos empezar a eliminar restos del pasado que no nos gustan hasta la época prehistórica", apunta con tono irónico.

Finalmente, piden que la Concejalía de Lleida reconsidere su intención de retirar y trasladar el escudo en el Archivo Arqueológico Municipal en los próximos meses. Hasta el momento, la asociación ya ha pedido poder reunirse con el alcalde de la ciudad, Miquel Pueyo, para transmitirle su punto de vista.