A las siete en punto de este miércoles, la plaza Sant Jaume era un mar de personas. Delante de la fachada del Palau de la Generalitat de Catalunya, una multitud ha reclamado el cese de la violencia contra periodistas en la Franja de Gaza. La afluencia constante de turistas que atravesaban la plaza no ha impedido la concentración de un millar de asistentes, muchos de ellos vinculados a los medios de comunicación, bajo el lema "Israel no quiere testigos del genocidio. Callar es ser cómplice", proclamado a raíz de la muerte de seis periodistas en un solo ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Entre ellos había el reportero de Al-Jazeera Anas Al-Sharif, que, según Israel, era miembro de Hamás, pero todavía no hay ninguna prueba que lo demuestre de manera independiente. Las banderas de Palestina y las fotografías de los profesionales muertos en el enclave palestino se han alzado por encima de los presentes mientras el sol caía y el calor, visible entre abanicos y botellas de agua, se mantenía firme. Varias pancartas, cámaras y micrófonos han completado la imagen de una protesta organizada para reclamar garantías para la prensa.

🔴 Gaza, donde más periodistas han perdido la vida: más muertos que las guerras mundiales, Vietnam y Afganistán juntas
 

Antes de la lectura del manifiesto, una cacerolada de varios minutos, acompañada de petardos, ha llenado la plaza de un ruido ineludible. El momento de máxima expectación ha llegado con la lectura coral del texto, a cargo de periodistas como Cristina Mas, Isabel Galí o Pilar Sampietro, además del intérprete y periodista catalano-libanés Miquel Jelilaty y Susana Pérez, profesora universitaria de periodismo. En el manifiesto, los organizadores han denunciado que Al-Sharif "fue asesinado en un ataque de precisión contra la tienda donde trabajaba", una acción que, según han afirmado, ha estado "abiertamente reivindicada" por las autoridades israelíes después de una "campaña de desinformación" que buscaba vincularlo al terrorismo. También han acusado a Israel de querer "silenciar al mensajero" e impedir el acceso de prensa extranjera independiente a Gaza, así como de "amenazar y matar a periodistas" que informan sobre el terreno.

Vista desde arriba de la manifestación en plaza Sant Jaume / Lluís Tomàs
Vista desde arriba de la manifestación en plaza Sant Jaume / Lluís Tomàs

En total, 143 comités empresariales, sindicatos, organizaciones, colegios profesionales y medios de comunicación catalanes se han unido para impulsar esta protesta. Entre las demandas de la convocatoria había garantizar la seguridad y los derechos laborales de los periodistas en Gaza y Cisjordania, permitir el acceso sin restricciones de medios internacionales, llevar a los responsables delante del Tribunal Penal Internacional, levantar el bloqueo para permitir la entrada de ayuda humanitaria y suspender las relaciones militares y económicas con Israel hasta que se pare lo que definen como genocidio. Las etiquetas #StopGenocideGAZA y #JournalismIsNotACrime han servido para difundir el llamamiento a la movilización. En el manifiesto leído en la plaza, los organizadores han afirmado que "el primer ministro israelí –Benjamin Netanyahu- niega unas imágenes que han dado la vuelta al mundo: las de niñas y niños famélicos de Gaza, donde la población palestina está muriendo de hambre porque Israel bloquea desde hace meses la entrada de alimentos y medicinas". También han mantenido que tanto los ataques del ejército como el hambre "han provocado la muerte de decenas de miles de palestinos y palestinas" desde el inicio de la ofensiva.

"Trabajar sometido al hambre y los bombardeos"

En este sentido, los impulsores de la protesta han asegurado que sus compañeros y compañeras en Gaza trabajan "sometidos al hambre y los bombardeos", obligados a informar "en condiciones imposibles, sin agua ni electricidad, con conexión a internet limitada y sin gasolina". Asimismo, han lamentado que los chalecos con la palabra PRESS "no los protegen, sino que los convierten en objetivo a ellos y sus familias". Mientras se leían estas palabras, algunas personas sostenían pancartas y la plaza se llenaba de cánticos que interrumpían puntualmente el acto: "Boicot a Israel" y "Palestina libre" retumbaban a pleno pulmón entre el público.

Uno de los instantes más destacados de la protesta ha llegado después de la lectura del manifiesto, cuando se ha reproducido un mensaje de voz enviado desde Gaza por el periodista Abu Salim. En su intervención, ha explicado que, a pesar de haberse planteado dejar la profesión, seguirá ejerciendo para relatar qué está pasando sobre el terreno. Según ha dicho, la guerra es "contra la existencia del pueblo palestino" y ha reclamado que se presione a Israel para "parar el genocidio contra periodistas y contra todo el mundo". La plaza ha quedado en silencio para intentar entender su testimonio, pero las dificultades técnicas han hecho que el mensaje se escuchara con dificultad.

La manifestación ha culminado con un minuto de silencio en memoria de las víctimas en Gaza, seguida de proclamas coreadas con fuerza por toda la plaza. Un gesto cargado de simbolismo que ha servido para recordar que, según datos recopilados por profesionales de la comunicación, desde el inicio de la ofensiva en la Franja en octubre de 2023 han sido asesinados al menos 238 periodistas. Los organizadores han denunciado que Israel impide la entrada de prensa internacional independiente, con el objetivo de enmudecer las voces críticas sobre el conflicto. "Al-Sharif y el resto de compañeros palestinos han sido brutalmente asesinatos por hacer lo que corresponde a nuestra profesión: informar", han subrayado, reclamando no desfallecer a la hora de exigir que se pare lo que califican de genocidio.