La cadena de televisión Al Jazeera ha comunicado la muerte de cinco de sus periodistas en la Franja de Gaza. Entre los muertos está Anas al Sharif, de 28 años, una de las caras más emblemáticas de la cadena, junto con otro corresponsal, Mohammed Qreiqeh, los fotógrafos Ibrahim Zaher y Mohamed Aliwa, además de su conductor, Mohammed Nofal, al cual el gobierno de Gaza señaló además como fotoperiodista asistente. Según ha informado la cadena, esta noche el ejército israelí ha atacado la tienda de campaña en la que trabajaban y vivían, situada a las puertas del hospital Al Shifa de la ciudad. La televisión, citando fuentes del hospital, asegura que el objetivo del ataque habría sido acabar con los periodistas. Poco después, el ejército de Israel ha reconocido el asesinato a través de un mensaje en X: "Al Sharif era el jefe de una célula terrorista de Hamás y dirigía ataques con cohetes contra civiles israelíes y tropas". Según el ejército israelí, Al Sharif era un "terrorista" que "se hacía pasar por periodista".

Ataques contra periodistas

Israel ya había señalado a Anas al Sharif, uno de los más conocidos del enclave, en varias ocasiones, si bien nunca ha presentado pruebas verificables de su afiliación a una milicia. Con este escenario, un grupo de defensa de la libertad de prensa y un experto de la ONU habían advertido previamente de que la vida de Al Sharif corría peligro para informar desde Gaza. La última de las insinuaciones sobre el periodista fue a finales de julio, cuando el portavoz del ejército israelí, Avichay Adraee, compartió un vídeo en las redes sociales donde acusaba al periodista de fabricar las informaciones que estaba difundiendo sobre el hambre en Gaza. En aquel momento, Al Jazeera denunció al ejército israelí por estos ataques y consideró que la campaña de desprestigio que sufrían sus periodistas "constituía un intento peligroso de justificar que fueran blancos de ataques".

Solo media hora antes del ataque contra la tienda de los periodistas, Al Sharif publicó en su propio perfil de X un vídeo en que mostraba la proximidad de los bombardeos que sufrían en la Ciudad de Gaza, acompañada del texto: "Bombardeos sin descanso… Desde hace dos horas, la agresión israelí se intensifica en la Ciudad de Gaza". Al Sharif también compartió en redes sociales otro texto sobre la expansión de la ofensiva israelí en la capital: "Si esta locura no acaba, Gaza quedará reducida a ruinas, las voces de sus gentes silenciadas, sus caras borradas. Y la historia los recordará como testigos silenciosos de un genocidio que decidieron no parar". Las imágenes capturadas instantes después del ataque muestran a Al Sharif con la cara y parte del cuerpo destrozados, así como el cadáver de Qreiqeh. Poco después, otro vídeo muestra a decenas de hombres trasladando en una camilla uno de los cadáveres amortajados (presumiblemente el de Al Sharif) entre cánticos de "Alá es grande". Con ellos cinco, el recuento del gobierno de Gaza de informadores muertos a causa de la ofensiva israelí asciende a 237, en una lista que incluye periodistas, influencers y otros creadores de contenido.

Las sospechas sobre Anas al Sharif

El ejército israelí asegura que Al Sharif estaba vinculado al grupo islamista Hamás, presentando como pruebas dos documentos cuyo origen no detalló y que no pueden ser verificados. Uno de ellos se titula: Lista de operativos de Hamás en la brigada norte de la Franja de Gaza. En ella, se registra que resultó herido en 2019 como miembro del grupo, al cual presuntamente se afilió en el 2013, con 17 años. Otro documento en el cual se registran aflicciones de presuntos miembros de la organización incluye una entrada en la cual En el Sharif figura como herido por una explosión en 2017. Cuando en octubre de 2024 Israel publicó por primera vez estos documentos, advirtiendo que Al Sharif era uno de sus objetivos, Reporteros Sin Fronteras (RSF) concluyó: "La mera publicación de estos documentos no constituye prueba suficiente de afiliación o licencia para matar".

El ejército israelí también mató a otro periodista de Al Jazeera, Ismail al Ghoul, presentando pruebas similares que RSF calificó de inconsistentes. La cadena de Qatar es el principal medio extranjero que informa desde el enclave, ya que Israel no permite el acceso a la prensa internacional de manera independiente, así como uno de los más importantes del mundo árabe. Israel prohibió su emisión en su territorio.