Pedro Sánchez se ha presentado ante los medios entre aplausos de los suyos, a pesar de los malos resultados de estos comicios. Ha reconocido que la victoria clara había correspondido a Rajoy y ha felicitado a éste y a los militantes de su partido. No obstante, no se ha presentado como perdedor. Y, a pesar de todo, no ha ocultado su incomodidad y ha evitado cualquier tipo de pregunta tras de sus declaraciones.

Izquierda contra izquierda

Sánchez más que plantear las elecciones como un enfrentamiento entre izquierda y derecha, ha hecho referencia, básicamente, a la rivalidad dentro de la izquierda, y ha celebrado que no se haya producido el sorpasso. "No estoy satisfecho, pero somos la primera fuerza política de la izquierda", ha afirmado con cierto orgullo. Ha reivindicado que "el PSOE ha demostrado ser el partido hegemónico de la izquierda" (aunque los resultados no dejan nada clara esta hegemonía) y ha apelado a la herencia histórica del PSOE. Ha aprovechado la ocasión para cargar contra Unimos Podemos y contra Pablo Iglesias, a los que ha acusado de reforzar el PP "por intransigencia e intereses personales".

Ningún gesto hacia Catalunya

Pedro Sánchez ha presumido, justamente, de que el PSOE es un partido, y no una coalición diversa, y de que tiene "un programa único de país y que lo tiene en todo el país". Sin duda, se trataba de una crítica a la defensa del referéndum catalán por parte de En Comú Podem. Ha asegurado que el PSOE será el defensor de los derechos de los españoles, pero aunque ha hecho referencias al derecho laboral, al bienestar social y a la igualdad, no ha hecho ninguna mención a los derechos nacionales y ni siquiera se ha refirmado en sus posicionamientos en favor del federalismo

Indefinición

Pedro Sánchez no ha mencionado si se inclinará por una coalición con el PP, por una gran coalición o por una alianza de izquierdas. Pero por su tono, suave frente al PP y hostil a Unidos Podemos, no ha parecido dispuesto a obstaculizar un gobierno del PP. Lo único que ha afirmado, para cerrar su comparecencia, es que apostará por la reforma de la Constitución española. Quizás esta será su herramienta de negociación.

Un respiro para Pedro Sánchez

El PSOE, aunque ha tenido unos resultados muy modestos, los peores desde 1977, ha superado las previsiones de las encuestas. Pedro Sánchez, que llegaba a las elecciones muy cuestionado, se ha visto reforzado con estos resultados. Especialmente porque su principal rival dentro del partido, Susana Díaz, ha visto su posición muy perjudicada por la pérdida de la mayoría socialista en Andalucía, un feudo histórico de los socialistas. Quizá por eso hoy se mostraba tenso, pero no amargo. Les críticas que han arreciado por las redes sociales cuando han aparecido las primeras encuestas a pie de urna se han suavizado mucho con el paso de las horas. En su aparición en la sede del PSOE, su liderazgo parecía consolidado.