El papa Francisco ha reclamado este miércoles que se trate mejor a las suegras, a las que ha instado "a tener cuidado con su lengua" y no criticar. Este es el mensaje lanzado por el pontífice en una nueva catequesis dedicada a los ancianos, durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro. Durante su alocución, el papa  destacó que existen "lugares comunes sobre vínculos de parentela creados por el matrimonio, sobre todo entre suegra y nuera" y pidió superar "los prejuicios más comunes"

El diablo y la lengua

"Hoy en día la suegra es un personaje mítico, no digo que pensemos que son el diablo, pero siempre se dice que son malas. Pero son la madre de tu marido, de tu mujer", ha recordado el Papa. Ha explicado las suegras "son también madres, son ya mayores y una de las cosas más bonitas para las abuelas es ver a sus nietos. Es cierto que a veces son un poco especiales, pero han dado todo. Al menos hazlas felices, deja que lleven su vejez con felicidad". Igualmente, lanzó un mensaje a las suegras, a las que exhortó: "Os digo: tened cuidado con vuestras lenguas. Es uno de los pecados de las suegras, la lengua". En este contexto, ha manifestado que "la juventud se revela capaz de dar de nuevo entusiasmo a la edad madura" y que" la vejez se descubre capaz de reabrir el futuro para la juventud herida" y ante ello ha insistido en la importancia de "una alianza de las generaciones".

El papa Francisco ha celebrado este miércoles una nueva audiencia en la plaza San Pedro ante varios miles de fieles a los que saludó desde el papamóvil durante un recorrido entre los varios sectores de la plaza. El pontífice apareció con visibles problemas a la hora de caminar debido a sus problemas de rodilla, que le han obligado a suspender algunos actos en su agenda en las últimas semanas. El Papa, de 85 años, sufre una dolencia en la rodilla que le provoca “problemas de deambulación, de caminar y que es bastante molesto”, según reconoció el propio pontífice. Los dolores le obligaron a saltarse la procesión del Domingo de Ramos y le impidieron oficiar la misa de la Vigilia Pascual. Fue la primera vez que un papa presidía esta misa desde el año 2005, cuando el estado de salud de Juan Pablo II ya era muy grave. Francisco se somete a sesiones de fisioterapia.