El Papa Francisco ha anunciado hoy la nueva Constitución Apostólica de la curia romana, en la cual lleva trabajando desde que fue escogido en el 2013. Se titula Praedicate Evangelium (Anunciar el Evangelio, en latín), y sustituye la Constitución Pastor Bonus, publicada por Juan Pablo II en 1988. De esta forma se renueva el funcionamiento de la administración romana y en cierta manera se convierte en el testamento de Francisco sobre el gobierno de la Iglesia católica, que habrá que aplicar a partir del 5 de junio y en las próximas décadas. Se trata de una reforma histórica que permitirá a cualquier católico laico bautizado, incluidas las mujeres, dirigir la mayoría de los departamentos del Vaticano bajo una nueva constitución para la administración central de la Santa Sede.

La reforma de la curia era una de las grandes demandas que tenía el Papa Francisco desde su elección en el 2013. Aunque en realidad, una parte de las reformas que instituyeron los doscientos cincuenta artículos ya se han hecho efectivos durante el pontificado, pero de manera dispersa. Los cambios durante los tiempos de Francisco han sido constantes; se han agrupado dicasterios, se han reorganizado otros, la gobernanza económica ha vivido los inicios de la racionalización, se ha nombrado jefe de comunicación a un laico, etc. Pero con la nueva constitución se han agrupado, en un solo texto de cincuenta y cuatro páginas, las nuevas disposiciones que se organizan claramente en torno a los pocos principios rectores propuestos por Francisco durante nueve años, y que se ven reforzadas.

La nueva Constitución sugiere "armonizar mejor el ejercicio actual del servicio de la curia con el camino de evangelización que la Iglesia". Las otras dimensiones, incluidas las cuestiones de doctrina, tienen que servir este propósito principal. Además, la congregación para la doctrina de la fe, considerada hasta ahora la primera de los dicasterios, se sitúa al mismo nivel que todos los otros: "Todos jurídicamente iguales". Pero en el orden de los artículos, es el Dicasterio para la Evangelización el que llega en primer lugar, justo después de la Secretaría de Estado, que coordina los diferentes departamentos. Además, y eso también es nuevo, estará presidido por el mismo papa.

El segundo principio central del Papa Francisco es el que la Iglesia denomina "sinodalisme", es decir: la capacidad de trabajar colectivamente. Además, esta dimensión es actualmente objeto de una amplia consulta en la Iglesia, que llegará a su conclusión el año 2023. Esta "sinodalitat" va del brazo del tercer principio, el de una cierta descentralización a favor de las conferencias episcopales y sus conferencias regionales o regionales. El papa argentino hace años que repite que la curia tiene que estar "al servicio" del papa, y también de los obispos.

El pontífice es conocido para ser romper con la manera de hacer de la antigua iglesia. De hecho, no hace mucho, reformó el Libro VI del Código de Derecho Canónico sobre las sanciones penales a la Iglesia católica. La reforma destaca por la inclusión de la pederastia como delito contra la dignidad de las personas. Según se especifica al artículo 1398 del Código podrá ser castigado con la privación del oficio y con otras justas penas, sin excluir, si el caso lo requiere, la expulsión del estado clerical". La reforma incluye también la tenencia o la creación de pornografía, sobre la cual recaen las mismas penas que contra la pederastia. La reforma entrará en vigor el 8 de diciembre de 2021 y pretende "responder adecuadamente a las exigencias de la Iglesia católica en todo el mundo resultaba evidente la necesidad de revisar también la disciplina penal promulgada por san Juan Pablo II, el 25 de enero de 1983", ha explicado el papa Francisco.