El Pacte Nacional per la Llengua será una realidad este martes, después de que el Govern haya cerrado un acuerdo con ERC y los Comuns, sindicatos y entidades para cerrar el texto que tiene que servir de marco para impulsar el catalán y que estará dotado con 255 millones de euros el primer año. Según ha adelantado 3Cat de fuentes de los participantes, el pacto finalmente saldrá adelante con el apoyo del PSC, ERC y los Comuns, pero quedarán al margen Junts y la CUP, en que se descolgaron del pacto por discrepancias con la política lingüística del Govern. Tampoco participan el resto de partidos del Parlamento, incluyendo los de derecha y extrema derecha. En cambio, entidades como Òmnium, Plataforma per la Llengua, sindicatos como CCOO y UGT de Catalunya y patronales como Foment o Pimec.

El Pacte Nacional per la Llengua, impulsado por el anterior ejecutivo, presidido por Pere Aragonès, quiere aumentar el uso del catalán con el horizonte fijado en 2030, y tomó protagonismo después de ser uno de los compromisos que el presidente Salvador Illa alcanzó en los pactos con los republicanos para conseguir su investidura. Este pacto de investidura también preveía la creación de la Cancellería de Política Lingüística, que encabeza Francesc Xavier Vila, que fue un alto cargo del Govern de ERC.

El Pacto, avanzado por Catalunya Ràdio y confirmado por EFE, contempla 250 millones de euros por el primer año: más de 100 millones para reforzar la enseñanza del catalán en escuelas e institutos, 78 millones para potenciar las aulas de acogimiento y 73 millones para partidas de apoyo al audiovisual o para incentivar la lectura en esta lengua. El texto también marca varias prioridades y medidas acordadas entre partidos y entidades y les destina partidas presupuestarias. Algunas de estas medidas ya se habían anunciado, como el impulso del Consorci por la Normalizació Llingüística. El Pacto incluye acciones que pretenden mejorar en el contexto social del catalán, influido por las revoluciones tecnológicas, el reto demográfico o el estatus político de la lengua. En este sentido, se hace sede el objetivo de conseguir la oficialidad llena del catalán a las instituciones de la Unión Europea. También se marca como ámbito dirigirse a toda la sociedad y no limitarse en un acuerdo del gobierno, el partido y las entidades. Además, se pone el horizonte temporal del 2030 para constatar la efectividad de las medidas.

Según el acuerdo de investidura que Salvador Illa firmó con ERC, el Pacte Nacional per la Llengua se tenía que firmar en los primeros 100 días de legislatura, pero finalmente habrá que esperar 278 días. En declaraciones a Catalunya Ràdio, el portavoz adjunto de ERC en el Parlament, Jordi Albert, ha asegurado que si se ha tardado más es porque se quería incluir otras organizaciones políticas, si bien la "prioridad" es que formaran parte del consenso las entidades de la sociedad civil que después tendrán que aplicarlo en el día a día. Para Albert, el pacto "ayudará y mucho" a reforzar la salud del catalán y también a hacer frente a futuras sentencias judiciales, como la que se espera del Tribunal Constitucional, en relación con el uso del catalán en la enseñanza. Albert ha dicho que este es un pacto "abierto" que se puedan sumar más organizaciones y ha hecho referencia, en concreto, a la ausencia de Juntos, que se descolgó de las negociaciones por la "tibieza" del Govern en este asunto. "El país no puede ni tiene que esperar Junts (...). No podemos esperar eternamente", ha lamentado Albert.

Frenar la caída del catalán

El Pacte busca frenar la caída del catalán a que apuntan las encuestas de usos lingüísticos, que dicen que es la lengua habitual de un tercio de los hablantes, y también mejorar la situación del catalán a las aulas, con los jóvenes de 15 a 29 años como el grupo de población que menos lo habla habitualmente. Hace unas semanas, el Govern dio conocer una encuesta de usos lingüísticos que concluye que el uso habitual del catalán ha bajado del 36,1% al 32,6% entre los años 2018 y 2023, mientras que el del castellano ha subido hasta conseguir el 46,5%. En la presentación de este informe, el consejero Vila defendió que es necesaria una "estrategia compartida, común de toda la sociedad, para que el catalán esté presente en todos los ámbitos. "Son necesarios más recursos en docencia, formación, a reforzar el aprendizaje en la escuela, a escala informal", afirmó.