El arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, declaró el pasado domingo que le sabe mal que "algunos desprecien esta belleza arquitectónica" en referencia a la Sagrada Familia, y ha insistido en que muchos barceloneses no acaban de valorar lo que tienen.

En declaraciones recogidas por Catalunya Religió durante la misa de celebración de los seis años de la consagración de la basílica, Omella ha asegurado que el templo "suscita admiración en todo el mundo", y ha defendido la continuidad de la basílica con la que Antoni Gaudí quiso "expresar la bondad y belleza de Dios", y ha agradecido el trabajo a los sucesores del trabajo de Gaudí.

Omella ha destacado la importancia del templo tras las declaraciones del concejal socialista, Daniel Mòdol, que calificó la Sagrada Família como "una mona de Pascua gigante", "de pseudoobra de Gaudí" y de "gran farsa que arrastran desde hace tiempo". Mòdol se pronunció de este modo durante el debate de la propuesta del PP para que el Gobierno municipal presente una propuesta de urbanización del entorno del templo en un plazo de seis meses.

En la misa de celebración de la consagración de la basílica asistieron 3.500 personas, llegando al máximo de aforo, cuando hacía un año del nombramiento de Omella como arzobispo de Barcelona.